
Paraguay cuenta en la actualidad con 28 partidos políticos y 3 concertaciones nacionales, según los registros oficiales de la Justicia Electoral. De ellos, solo algunos tienen representación parlamentaria, departamental o distrital, sea por una agrupación partidaria o por alianzas.
Como se sabe, históricamente, los partidos Colorado (ANR) y Liberal Radical Auténtico (PLRA) son los de mayor convocatoria, lo que les posibilita ser considerados, además de los más antiguos, los mayores sectores políticos del país. Los colorados son la primera fuerza en cuanto a cantidad de afiliados, representación legislativa, control departamental y de municipios. El PLRA, muy por encima de otros partidos, se mantiene como el segundo sector político de mayor peso.
Se debe apuntar que colorados y liberales se disputan el poder desde la creación de sus partidos, en 1887. Son los sectores que mayor cantidad de años estuvieron en el gobierno central desde la post guerra contra la Triple Alianza (1864-1870).
Los dos partidos, además del enfrentamiento entre ellos, a lo largo de los años tuvieron conflictos internos muy fuertes que derivaron en divisiones que terminaron en la separación. Los primeros en dividirse fueron los liberales, ya en el siglo pasado.
Nacidos como "Centro Democrático", los liberales pasaron a ser en 1904 Partido Liberal, luego, ya con las divisiones, aparecieron también el Partido Liberal Radical, y, finalmente, en 1978, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Partido Liberal Radical Teeté, ya desaparecido. Además, sigue reconocido oficialmente el partido el Partido Liberal, pero sin presencia activa en la vida política.
El Partido Colorado, en realidad lleva como nombre oficial Asociación Nacional Republicana (ANR) y es con el que se creó en 1887, meses después de la aparición del Centro Democrático. Si bien a lo largo de los años tuvo fuertes conflictos internos, en 1999 se registra su más importante separación.
Además de la ANR y el PLRA, otras agrupaciones han marcado historia en la vida política nacional, como el Partido Revolucionario Febrerista (PRF), el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Comunista (PC), que junto con los colorados y liberales también fueron parte de historia política del siglo pasado. El PLRA, PRF, PDC y PC, así como un sector interno del coloradismo y organizaciones campesinas, se convirtieron en el bastión de la resistencia durante la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989).
La apertura democrática tras el golpe del 2 y 3 de febrero de 1989 trajo consigo la aparición de nuevas corrientes partidarias, impulsadas por los llamados independientes o por divisiones partidarias. En las municipales de 1991 apareció "Asunción para todos", liderado por Carlos Filizzola. Este sector se dividió con los años en varias vertientes que hoy forman partidos diferentes.
Para las generales de 1993 fue formado el Partido Encuentro Nacional (PEN). Posteriormente a estas iniciativas, fuera de los partidos considerados tradicionales aparecieron, por ejemplo, el Partido Patria Querida (PPQ), con muy buena presencia parlamentaria en dos períodos, pero hoy prácticamente desaparecido en la escena política.
La histórica y gran división partidaria de los últimos tiempos se registró en la ANR, de donde proviene el partido Unión de Ciudadanos Éticos (Unace), fundado por Lino César Oviedo, tras su expulsión del partido, derivado tras las sucesos conocidos como el Marzo paraguayo (1999). Unace era una corriente interna del coloradismo (Unión Nacional de Colorados Éticos).
Los partidos enfrentados con la ANR, que tenía la hegemonía política durante la dictadura, vieron las alianzas y concertaciones para competir con posibilidades en las elecciones. Así aparecieron varias, como la Alianza Democrática (1998) y la Alianza Patriótica para el Cambio (2008), que llevó a Fernando Lugo al poder.
Tras el juicio que lo destituyó, se consolidó el Frente Guasu, que hoy lidera el ex presidente. La mayoría de los nuevos sectores que aparecieron en dos décadas tienen una tendencia de centro izquierda o de izquierda, lo que demuestra que el sector ideológico se ha organizado políticamente de una manera activa.