El Consorcio Talavera Ortellado, firma contratada por el MOPC en el 2015 para realizar trabajos de remoción de sedimentos en el canal paraguayo del río Pilcomayo, explica en un espacio reservado, publicado hoy en un medio local, sobre los alcances del mencionado contrato y todo lo que la firma ejecutó hasta enero del 2016.
En el comunicado, los directivos señalan que desde la firma del contrato con la Comisión del Río Pilcomayo, hasta enero del 2016, se han retirado 800.000 m3 de sedimentos del canal paraguayo, utilizando tan solo el 50% del presupuesto asignado, que es de G. 30.000 millones. Aclaran que en el contrato figura que la cantidad máxima de sedimentos que había que extraer era de 900.000 m3.
Señalan que los trabajos fueron paralizados en enero del 2016 a consecuencia de la intervención ordenada por el MOPC a la Comisión del Río Pilcomayo. "Desde entonces, hemos realizado sucesivas e insistentes sugerencias sobre obras, sitios, formas y características de los trabajos que debían ejecutarse con el excedente presupuestario para poder afrontar la situación que hoy se plantea", indica una parte del documento.
Luego agregan que todos los trabajos realizados por el Consorcio, contaron con la certificación, verificación y aprobación de las autoridades competentes.
"A pesar de la orden de paralización, desde hace 5 meses todas las maquinarias comprometidas para las obras, se encuentran a disposición del contrato y de las autoridades, para el reinicio de los trabajos. Esas maquinarias son 25 excavadoras de gran porte (entre convencionales y anfibias), 10 topadoras y equipos menores, además del personal afectado", señala otra parte del comunicado.
Los directivos del Consorcio, lamentan que aún con todo lo expuesto, hoy se esté ante una situación ambiental crítica, que compromete a la población productiva y silvestre de la zona. Agregan que la evaluación del caso no puede perder de vista que el ingreso de las aguas al canal depende del comportamiento de las lluvias en la cuenca alta del río (Potosí, Bolivia), que tiene el registro más bajo en los ùltimos 19 años.
En el documento también se recuerda que durante dos años (2014-14), no se han ejecutado trabajos ni intervenciones en la denominada Zona de Embocadura, lugar físico donde las aguas del río deberían ingresar al canal paraguayo. Indican además que esa embocadura, por cuestiones naturales, se encuentra ahora en condiciones de absorver aguas altas, e inapropiadamente situada para recibir aguas bajas, por ser un período extraordinario.
"Creemos igualmente que el problema del Pilcomayo no tiene una solución definitiva sino paliativa de un comportamiento cíclico que no depende de la intervención humana, por lo que resulta imperativo realizar trabajos de mantenimiento permanentes y obras de gran envergadura en toda la zona comprometida", expresa el documento.
Finalmente, los directivos expresan su más amplia predisposición para reanudar los trabajos, con la convicción de haber cumplido a cabalidad su responsabilidad contractual y empresarial.