Michael J. de la Merced y Peter Eavis

Elon Musk ha construido un ambicioso imperio de negocios sobre tres pilares: coches eléctricos, energía solar y viajes espaciales.

Ahora, el empresario multimillonario está tratando de apuntalar su proveedor de paneles solares bajo asedio mediante una eventual fusión con el fabricante de automóviles eléctricos.

Su Tesla Motors dijo que ofreció comprar SolarCity en un acuerdo por el total de sus acciones que podría valorarse hasta en 2,8 mil millones de dólares. El objetivo, Musk sostiene, es crear un gigante de la energía renovable, acumulando electricidad limpia y poniéndola a impulsar coches eléctricos.

Pero la transacción resalta los inusuales movimientos que Musk continúa haciendo para apoyar los diversos brazos de su imperio, donde él es el mayor accionista en cada empresa.

Musk se endeudó para comprar acciones de Tesla y SolarCity, algunos préstamos están respaldados por su propia tenencia de valores, en ambas empresas –un arriesgado movimiento que lo deja expuesto a los márgenes de garantía exigibles si los precios de sus acciones se bajan más allá de un límite crítico. Él minimizó las críticas calificando su movida como de bajo riesgo para otros accionistas, dado el gran tamaño de su fortuna personal que es de más de 10 mil millones de dólares.

En la percepción de Musk, poner juntas a Tesla y SolarCity es algo lógico.

"Tenemos que lograr una estrecha integración de los productos", dijo a periodistas en una conferencia telefónica el martes. "Creo que hacer eso es algo obvio".

Ciertamente que este deseado negocio de fusión es todavía distante, si es que alguna vez llega a ocurrir. Pero los accionistas en SolarCity llevaron hacia arriba las acciones de la compañía hasta un 19 por ciento en operaciones posteriores al cierre, dejándolas en 25,26 dólares cada una. Las acciones de Tesla, sin embargo, cayeron más de un 13 por ciento, a 190,59 dólares.

Ambas compañías han estado creciendo rápidamente, pero también usaron enormes cantidades de dinero en efectivo para alcanzar sus objetivos.

De las dos empresas, SolarCity –donde Musk es presidente y su primo, el cofundador Lyndon Rive, es jefe ejecutivo– ha sido la más problemática, sacudida por cambios en las regulaciones sobre la industria de la energía solar. Mientras que un importante crédito fiscal federal se amplió, políticas locales han cortado los ahorros que los proveedores de energía solar habían prometido.

Musk dijo que unir las dos compañías tiene más sentido después de que Tesla comenzó a vender las baterías recargables para uso doméstico. Esos dispositivos pueden almacenar electricidad y amortiguar las fluctuaciones en la red eléctrica. Otras empresas de energías renovables también se han centrado en productos de almacenamiento doméstico.

Los analistas han comentado que el negocio principal de Tesla puede estar en las baterías particularmente. No olvidar la construcción de su "Gigafábrica" de 5 mil millones de dólares cerca de Reno, Nevada.

"Al mundo no le hacen falta empresas tradicionales de locomoción", dijo Musk en la conferencia de prensa del martes. "El mundo carece de empresas de energía sostenible", añadió.

Sin embargo, algunas empresas de energía verde encallaron. Ahí están Sun Edison y Abengoa, grandes proveedores de energía renovable, declaradas en quiebra.

Los problemas de SolarCity dejaron a la empresa con una aplastante deuda a largo plazo de 2,6 mil millones de dólares. El año pasado, el pago de intereses de su deuda equivalía a casi una cuarta parte de sus ventas.

Las acciones de la empresa de energía han caído 63 por ciento en los últimos 12 meses, cerrando el martes a 21.19 dólares, casi un tercio de su máximo en 52 semanas. La empresa terminó el martes con un valor de mercado de poco más de 2 mil millones de dólares.

El año pasado, las operaciones de SolarCity gastaron 790 millones de dólares en efectivo y la compañía gastó 1,8 mil millones de dólares en equipamientos. En total, el flujo de caja de SolarCity, obtenido mediante la adición de esas dos cifras, fue negativo en 2,6 mil millones de dólares.

Tesla ha tenido mejores noticias en el último año, incluidos los prometedores números de pre-venta para el próximo sedán "Model 3".

Aun así, las acciones de Tesla, alguna vez un favorito de Wall Street, cayeron 16 por ciento en los últimos 12 meses, quedando el valor de la compañía en 32,7 mil millones dólares.

Tesla puede ser capaz de ayudar a SolarCity a generar más efectivo o a reducir su consumo de dinero contante y sonante. Pero reforzar el modelo de negocio de SolarCity sería difícil.

Y tener a una SolarCity en problemas podría ser una carga para Tesla, que también usa rápidamente su dinero en efectivo. El flujo de caja de Tesla el año pasado fue negativo en 2,2 mil millones de dólares. En teoría, entonces, una combinación de Tesla y SolarCity habría quemado cerca de 5 mil millones de dólares el año pasado.

Los inversores están dispuestos a prestar o a comprar acciones de una empresa de alto crecimiento, aunque consuma una gran cantidad de dinero en efectivo, pero, deben estar convencidos que con el tiempo eso va a generar flujo saludable de efectivo.

Pero si los inversores se muestran reacios a inyectar capital, la empresa tiene que depender de sus reservas de efectivo. Juntas, Tesla y SolarCity tenían 1.8 mil millones de dólares en la mano al final del primer trimestre. Esa suma desaparecería rápidamente si un conjunto Tesla-SolarCity todavía consume casi 5 mil millones en efectivo al año.

Diane Cardwell contribuyó a este reportaje.

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