Diego Sanabria diegosanabria@lanacion.com.py
Una de las industrias que conserva aún el aspecto artesanal envuelto con tecnología de punta es la producción de caña, donde Javier Díaz de Vivar, propietario y fundador de Caña Fortín SA, se destaca buscando sobre todo posicionar al ron paraguayo entre los más codiciados y conocidos del mundo.
De sus inicios, su pasión, la elección del nombre y los procesos que guardan dicha producción nos develó lo siguiente…
-¿Cuantos años tenía cuando comenzó todo?
-Tenía 23 años, ya estaba totalmente decidido a formar mi propia empresa; de hecho ya estaba trabajando con mi padre desde los 17 años en el rubro, en la parte primaria, que era la producción. La idea mía siempre fue hacer crecer el negocio familiar y la única manera era entrando a la etapa final que era la comercialización, desde la producción, añejamiento y distribución.
-¿Cuál es la base del éxito de su empresa?
-La base del éxito es haber perseguido un sueño y haber trabajado muy duro detrás de ello, siendo muy persistente para lograr el objetivo, que es trascender las fronteras y proyectarnos internacionalmente con la caña paraguaya.
-¿Algunas anécdotas del inicio?
-Recorrí el país de punta a punta, ciudad por ciudad, el ofrecimiento del producto en el inicio lo desempeñé personalmente. Arrancamos entre 4 a 5 personas y de a poco fuimos creciendo, de acuerdo a la necesidad. Hoy ya somos centenares de personas que integran la familia Fortín.
-¿La actualidad de la empresa?
-Estamos en un momento de crecimiento y proyección hacia nuevos mercados, la capacitación y participación permanente en Congresos Internacionales nos ha permitido poder darnos cuenta de cómo estamos conceptuados a nivel mundial. Esto nos animó a competir en Concursos Internacionales del Ron en Europa, ganando así en Madrid dos veces la Medalla de Bronce para Etiqueta Negra y Medalla de Plata para el Ron Díaz de Vivar, lo que nos ha llenado de orgullo y nos alienta a seguir apostando a la calidad de nuestros productos.
-¿Qué lo impulsó a llegar hasta el éxito?
-Esta empresa nació como un sueño, y uno de los principales motores de la misma fue primero la idea de conquistar el mercado paraguayo con un producto de alta calidad y a su vez lograr expandirnos más allá de nuestras fronteras. El mundo está ávido de este tipo de productos que son casi productos artesanales llevados a un nivel industrial.
-¿El mercado internacional qué representa?
-La posibilidad de brindar al mundo un producto 100% paraguayo de alta calidad y gran aceptación. Estamos presentes en países como Chile, Francia, Italia, Bélgica. Con otros países como España y Alemania, estamos cerrando en este momento, gracias al reconocimiento y a los premios obtenidos en los concurso. Estamos creciendo y cumpliendo parte del sueño de que Fortín sea una bebida reconocida y consumida a nivel mundial.
-¿Cuánto producen en forma anual?
-Producimos alrededor de 7 millones de litros al año con todas las líneas de productos Fortín. También el grupo cuenta con otros productos como Agua Torrente y Gaseosas Piri.
-¿Cuántos productos tienen actualmente?
-Fortín SA cuenta con varios productos, como la caña Añejada Especial, que es el producto más económico, luego el Fortín Etiqueta Negra, 8 años; Etiqueta Dorada, 4 años; Etiqueta Blanca y líneas de rones Limón, Coconut. Rones Díaz de Vivar, 9 años, y Díaz de Vivar Gold, 4 años. También contamos con una línea orgánica: Organic Rum. Y tenemos otras líneas de bebidas no alcohólicas, agua Torrente y gaseosas Piri, que forman parte del portafolio.
-¿Cómo califica a la caña paraguaya?
-Nuestra caña paraguaya es un ron premium, porque nuestra materia prima es la miel virgen de la caña de azúcar, a diferencia de otros rones que parten de la melaza que es un subproducto de la industria azucarera, al partir de la miel obtenemos unas características únicas en el bouquet que solo esta materia prima puede otorgar, de más está decir que al partir de la miel no tiene las sustancias químicas que pudiera tener una bebida que parte de la melaza. Esto fue muy apreciado y valorado por jueces de renombre internacional en el mundo del ron.
-¿Cuándo arrancó la empresa?
-Fortín nace cuando estaba terminando la universidad, en el año 1993. Hasta ese entonces estuve trabajando con mi padre en la empresa destiladora de caña de la familia que vendía su producto a las empresas fraccionadoras del mercado.
-¿La idea de dónde surgió?
-A partir del año 93, viendo la capacidad del mercado y la necesidad de producir más y, por supuesto, vender más, le comento a mi padre la iniciativa de abrir mi propia empresa fraccionadora comercializando el producto, desde ahí comenzó Fortín SA, primero como una empresa unipersonal bajo el nombre de Javier Díaz de Vivar, y ya en el 96 pasa a llamarse Fortín SA.
-¿Qué fue lo primero que realizaron?
-Comenzamos diseñando el packaging y el ajuste técnico del producto, el 13 de agosto del 1993 iniciamos la venta de las primeras 1.000 botellas. El producto, al ser de muy alta calidad, prontamente fue aceptado.
-¿Dónde estaba la fábrica?
-Iniciamos arrendando las maquinarias de envasado para después ir adquiriendo nuestras propias maquinarias. El crecimiento nos fue obligando a introducir máquinas automáticas y tecnología, no solo en el envasado sino también en toda la cadena de producción, contando hoy día con una trazabilidad única en el producto, desde la tierra hasta la botella.
-¿Por qué el rubro de la caña?
-El rubro ya venía de la familia, que contaba con la destilería, en aquel tiempo existía un monopolio por parte del Estado en el marco del cual las empresas destiladoras estaban obligadas a entregar su producto a la APAL, posteriormente, en el año 90 se produce la desmonopolización y se abre el mercado. Esa posibilidad nos empujó a crecer y a ser un líder importante dentro del rubro.
-¿Y el nombre de Fortín?
-Se bautiza la incipiente empresa en 1993 con un nombre de gran carácter como homenaje y respeto a los héroes de la batalla de Piribebuy contra la Triple Alianza (1869). En la zona de construcción de las bodegas Fortín, cuentan los antiguos pobladores que se refugiaron soldados, mujeres y niños valientes, el lugar les ofrecía un refugio seguro, además de contar con la provisión de agua pura, de ahí su nombre Fortín, el fuerte que cobijó a tantos valientes guerreros compatriotas.
-¿Otras diferencias que hay con la competencia?
-Tenemos otras diferencias importantes con otros rones, que es el grado de destilación, la caña paraguaya se destila hasta 70% vol., mientras que otros rones destilan a 95% vol. Fortín cuida con detalle cada etapa del proceso, cumpliendo estrictamente con los más altos estándares de calidad, lo que le permitió ser merecedora de los galardones internacionales.
-¿Qué valores inculca a las personas que trabajan en Fortín?
-Poniendo siempre el factor humano en primer lugar, buscamos fundamentalmente transmitir el amor al trabajo, la pasión de cómo hacemos las cosas. El buscar siempre la excelencia y la calidad son requisitos fundamentales dentro de nuestro trabajo, apuntando siempre a que esos valores lideren lo que hacemos.