Dolor en las calles, entre familiares y amigos.

Orlando, EEUU. AFP.

¿Extremismo islámico? ¿Homofobia? El estadounidense de origen afgano que abrió fuego en una discoteca gay en Orlando, Florida, con saldo de 50 muertos, prometió lealtad al grupo yihadista Estado Islámico (EI) y profesaba odio a los homosexuales. Se trató de "un acto de terror y de odio", dijo el presidente Barack Obama en una breve declaración desde la Casa Blanca tras el ataque. "Ningún acto de terror u odio puede cambiar lo que somos", agregó.

El tirador, Omar Mateen, un ciudadano estadounidense de origen afgano de 29 años, había sido previamente investigado por sus lazos con un atacante suicida estadounidense y prometió lealtad al Estado Islámico, dijo el FBI, que abrió una investigación por terrorismo. De paso, una agencia de prensa vinculada con el EI informó, citando una fuente anónima, que el atacante, que murió en un intercambio de disparos con la policía, era un "combatiente" de la organización yihadista.

El peor ataque terrorista desde el 11/S.

El FBI confirmó asimismo que el atacante telefoneó al servicio de urgencias 911 poco antes del tiroteo para anunciar su lealtad al jefe del EI.

Pero el padre del sospechoso dijo creer que su hijo estaba motivado por el odio a los gays, no por su religión musulmana, y sugirió que un incidente reciente con una pareja homosexual pudo haber disparado la tragedia.

"El vio a dos hombres besándose frente a su esposa y su hijo y se puso furioso", dijo Mir Seddique a la cadena NBC.

El tiroteo, sumado a una toma de rehenes de varias horas, dejó 50 muertos y 53 heridos, algunas de gravedad. Es el peor tiroteo en la historia de EEUU, y el más mortífero atentado en suelo norteamericano desde los ataques a las Torres Gemelas y el Pentágono en el 2001.

Ataque cuando se celebra Copa América

El ataque se produjo en momentos en que se celebra la Copa América Centenario de fútbol en EEUU. "Pega un poco y asusta", dijo sobre el tiroteo el defensor argentino Marcos Rojo desde Seattle, donde se aloja su selección. "Algunos jugadores han traído a la familia, nos preocupa y no es bueno que pasen estas cosas", agregó.

Una noche de fiesta, cerrando una jornada de festivales a favor de los gays en todo el país, se transformó en una masacre en el cerrado recinto de la discoteca Pulse en el centro de Orlando, donde Mateen abrió fuego con un arma automática. "Hacia las 2:00 (6:00 GMT), alguien comenzó a disparar. La gente se tiró al suelo", contó uno de los clientes del club, Ricardo Negron, a Sky News. El testigo dijo haber escuchado "continuos disparos" durante casi un minuto, aunque le pareció mucho más.

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