Villarrica. Nino Silguero. Corresponsal.
Con un grupo de familiares y amigos de la malograda joven Teresa Edith Lichi Riveros, afuera del local donde se realiza la diligencia, se reinició ésta mañana el juicio oral y público por el sonado caso que conmocionó a toda la comunidad guaireña.
La continuidad se da mediante la resolución de la cámara de apelaciones en lo penal, que rechazó la recusación presentada por Guillermo Saúl Duarte, el único procesado en éste juicio, como supuesto responsable del homicidio doloso agravado. El mismo presentó la recusación con patrocinio del abogado Abdón Vázquez.
En la misma, el acusado pretendió separar al presidente del Tribunal de Sentencia Colegiado, presidido por el abogado Paternio Vera e integrado por los abogados José Dolores Benítez y Nancy Roa como titulares, suplentes Claudia Mosqueira, Derlis Duarte y Vanessa Miño, respectivamente.
Las partes en éste juicio oral y público son: acusado es el abogado Guillermo Saúl Duarte, cuyos abogados defensores son Favio Manuel Ramos y Jorge Bogarín y los respectivos integrantes de sus estudios jurídicos. Por la querella adhesiva, en representación de los padres de Teresa Edith Lichi Rivero, están los abogados Angel Ruíz Díaz y Lilian Corvalán y fiscales acusadores abogados Federico Delfino, María Agustina Unger y Noelia Soto, respectivamente.
Las posiciones son encontradas entre las partes, ya que tanto la fiscalía y querella adhesiva, han adelantado que solicitarán en los alegatos finales la condena de 30 años de cárcel, más 10 como medida de seguridad para Guillermo Saúl Duarte. En tanto, el abogado Favio Ramos Villasboa, dijo que en los alegatos finales, tanto él como Bogarín, solicitarán la absolución e inmediata libertad del acusado.
Los hechos
La desaparición primero y el supuesto asesinato de Techi Lichi, después, tuvo su inicio el 17 de abril del 2012, cuando la joven salió de la casa de sus padres, de la ciudad de Cnel. Martínez, con destino presumiblemente a la Universidad Católica de Villarrica, hasta donde nunca llegó.
Tras varios meses de su desaparición se presumió de su asesinato y tras intensa búsqueda de su cuerpo, sólo logró encontrar una cabeza que finalmente tras los estudios se confirmó que en vida perteneció a la joven Teresa Edith Lichi Riveros.
Según las pesquisas, Techi, habría sido asesinada por su entonces pareja sentimental en su propio vehículo, luego su cuerpo fue desmembrado y tirado a una laguna de cría de cocodrilos en la zona de Ñumi, en las adyacencias de la propiedad del hoy acusado.