El debut de México y Uruguay, con victoria azteca por 3-1, fue el más emocionante de los partidos jugados hasta aquí en la Copa América Centenario, pero también el más polémico.
Y, para desgracia del arbitraje paraguayo, fue protagonista y centro de las críticas la terna de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), compuesta por el árbitro Enrique Cáceres y los asistentes Eduardo Cardozo y Milciades Saldivar.
A Cáceres le superó el partido. Los futbolistas, sobre todo los uruguayos, le pasaron por encima y los cuestionamientos se lo realizaban con gritos a centímetros de su rostro. El árbitro no hizo nada para detener este tipo de reacción.
Respuesta obscena
En cuanto a los asistentes, el línea 2 Milciades Saldivar terminó siendo protagonista de una grave denuncia hecha por el arquero charrúa Fernando Muslera, tras el segundo gol de México, el marcado por el capitán Rafael Márquez.
"Yo vi una mano que el línea no cobró en la jugada del segundo gol de México. Cuando fui a protestarle (minuto 6:35 del video), un poco fuerte, se agarró los genitales y me dijo: ésta es mano", comentó Muslera a Radio Orienta, reconociendo igualmente su subida de tono en el reclamo.
"Esas cosas capaz que no las muestran, pero yo lo vi. Si lo muestran las cámaras lo verán otras personas lo evaluarán. Pedimos Fair Play y respeto hacia los árbitros, pero a veces son ellos los que terminan complicándola", agregó el arquero, que pidió sanción ejemplar para Saldivar.
"Terminó ahí, esta todo bien. Se juzgará con las 450 cámaras que tiene que haber en el estadio, como cuando fue suspendido algún jugador nuestro a través de este sistema", manifestó, el referencia a la dura sanción que recibiera su compatriota Luis Suárez en el Mundial Brasil 2014, cuando mordió a un colega.
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Más denuncias
El capitán Diego Godín reafirmó la denuncia de su arquero, relatando que "Josema (Giménez) y Fernando (Muslera) ven una mano clara del jugador de Mexico. Después, Fernando se enfadó porque protestó y el línea se tomó sus partes".
Al igual que el arquero charrúa, el defensor reconoció que "también estábamos protestando, diciendo muchas cosas. Me imagino que (Milciades Saldivar) se habrá sentido un poco presionado".
Los futbolistas de Uruguay también denunciaron que sus esposas fueron víctima de agresiones de parte de diversos hinchas mexicanos: "Me dijo Carlos Sánchez que estaba todo bien. Recibieron algunos botellazos, su esposa tuvo un poco de pérdida de conocimiento, pero ya está bien".