Washington, Estados Unidos. AFP.

A apenas seis meses de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump están prácticamente empatados en las intenciones de voto pero son también extraordinariamente impopulares.

La igualdad de los sondeos deja al descubierto la relativa fragilidad de Clinton, quien sigue empantanada en una primaria contra el senador Bernie Sanders que no termina de definirse.

La ventaja de dos dígitos que Clinton tenía sobre Trump en los sondeos realizados a nivel nacional se derritió como la nieve al sol después que el millonario quedó como único aspirante republicano en carrera, y tres de los cinco últimos sondeos señalan una leve ventaja de Trump.

Para empeorar la situación aún más, el 57% de los electores tiene una opinión francamente desfavorable de los dos candidatos, un nivel de rechazo nunca antes visto en una elección presidencial, de acuerdo con un sondeo realizado y publicado por el diario Washington Post el fin de semana.

Para algunos analistas, sin embargo, la elección del 8 de noviembre aún están lejos y los sondeos se tornan más significativos después de las convenciones partidarias de nominación, que ocurrirán en la segunda quincena del mes de julio.

"Durante las convenciones, las personas podrán ver a los candidatos en su mejor día, podrán compararlos mejor, contrastarlos y juzgarlos", dijo Larry Sabato, politólogo de la Universidad de Virginia.

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