Por Clari Arias

@clariarias

Es más fácil escribir sobre lo malo, porque la tinta corre ligera cuando se trata de despotricar contra las autoridades que elegimos para nuestro país y sus ciudades. Esta vez dejaré de lado los lamentos cotidianos para aplaudir un par de medidas que se ven muy positivas en la ciudad de Asunción, que desde hace exactamente cinco meses tiene una administración diferente a la de los últimos 15 años.

Bajo el mandato de Mario Aníbal Ferreiro los contribuyentes de la capital hemos sido testigos de operativos temerarios por parte de funcionarios municipales. El primero de estos trabajos ataca con fuerza a los llamados "cuidacoches", quienes de manera ilegal, arbitraria, violenta –y en el nombre de la pobreza– usurpan espacios públicos de estacionamientos de vehículos en distintas zonas de la ciudad. Desde el pasado lunes, en operativos simultáneos, los empleados del municipio han requisado improvisados conos, carteles y las ya famosas cajas de manzanas que servían para "reservar" un lugar de aparcamiento en zonas concurridas como los alrededores del Palacio de Justicia y las oficinas públicas del centro histórico. Ya van tres días consecutivos de estos embates municipales contra la "privatización" de espacios públicos, y el resultado es alentador, porque si bien los cuidacoches siguen controlando las calles de Asunción, es importante hacerles saber que el administrador de la cosa pública en este territorio es la municipalidad, y que ésta no va a renunciar fácilmente a su obligación constitucional.

La compleja mafia de los cuidacoches que, repito, hasta ahora maneja a su antojo la ciudad, tiene un componente exógeno a la municipalidad: la Policía. El organismo más corrupto del Paraguay no puede negar su participación y tajada en las recaudaciones millonarias de estas personas que bajo el sonoro pretexto de la pobreza extorsionan a atemorizados conductores en cualquier lugar en donde se precise un lugar para dejar el auto. Es la Policía, a través de sus casi inservibles rondas con patrulleras, quienes consienten el "trabajo" de los cuidacoches, ya que se han dado cientos de casos de denuncias de violencia contra la propiedad privada principalmente, y ellos ni se dan por enterados. En el mejor de los casos, las denuncias terminan en breves demoras en sedes policiales de los cuidacoches, para que en las siguientes horas vuelvan a sus dominios y a sus quehaceres.

He visto con sumo agrado que la administración de Mario "Selfie" Ferreiro también ha intervenido la concurrida esquina de la avenida Aviadores del Chaco en su intersección con la calle España. Allí convergen una veintena de negocios conocidos como lomiterías, algunos de los cuales han tenido la buena idea de alquilar un predio e instalar en él sus casillas; pero otros se han instalado en la franja de dominio de la avenida, con sus consabidas consecuencias: veredas usurpadas, vehículos mal estacionados, precariedad en la elaboración de alimentos, caos en el tránsito. Es decir, un quilombo de grandes proporciones, en especial en los fines de semana, cuando la bullangera juventud sale de parranda por la requerida zona rica de Asunción.

Estas intervenciones municipales en contra de problemas diarios a los que debemos enfrentarnos los buenos ciudadanos de Asunción son una esperanzadora señal de esta administración municipal. Señal que, rogamos, perdure en el tiempo como parte de una estrategia seria por organizar –de una buena vez por todas y para siempre– esta fritanga en la que está sumida nuestra hermosa ciudad de Asunción, por causa de las malas administraciones anteriores.

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