Vanessa Buote

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La mayoría de nosotros se esmera en la auto-presentación en el trabajo. Administramos nuestro comportamiento, las emociones o la forma en que somos percibidos. Hacemos esto para una variedad de razones: Algunas personas sienten que no deben expresar sus emociones en el trabajo, mientras que otras creen que no pueden compartir su sentido del humor.

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Los investigadores han comenzado a explorar las implicaciones de la autenticidad en el lugar de trabajo. Un estudio encontró que, a mayor sentimiento de autenticidad en los empleados, mayor es su satisfacción en el trabajo, el compromiso y en el rendimiento informado. El punto crucial parece ser encontrar un equilibrio para que podamos ser fieles a nosotros mismos, mientras tenemos éxito dentro de la empresa.

Para ampliar este trabajo, mi empresa, Plasticity Labs, se asoció con Anne Wilson, psicóloga social de la Universidad Wilfrid Laurier. Exploramos los beneficios de la autenticidad, la forma en que el medio ambiente y las normas del lugar de trabajo contribuyen a la autenticidad, y los mecanismos que vinculan la autenticidad y la sensación de bienestar en el lugar de trabajo.

En una encuesta con 213 empleados, el 72% dijo que son auténticos en su trabajo, llevando un promedio de dos a tres meses para mostrar su verdadero yo. También se investigó si las normas del lugar de trabajo, como exigencias en el vestir, tienen importancia. Encontramos que los empleados sin restricciones por reglas como uniformes o manera de vestirse se sentían más libres para expresarse y creían con más fuerza que la autenticidad en el lugar de trabajo era importante.

También analizamos si los empleados que dicen ser auténticos tienen una experiencia más positiva lugar de trabajo. En comparación con los empleados no auténticos, los trabajadores que no ocultan su verdadero yo informaron una significativamente mayor satisfacción en el trabajo y su compromiso con el mismo, así como mayor felicidad en su puesto laboral, un mayor sentido de pertenencia, más inspiración y menos estrés en el trabajo.

De los empleados que reportaron ser auténtico, el 80% cree que esto mejora el lugar de trabajo. Sus comentarios se centraron en temas claves: Ser auténtico mejora la productividad, aumenta el rendimiento y el éxito, y permite a los empleados necesitar de menos energía y tiempo censurándose a sí mismos. Los empleados también creían que ser genuinos crea relaciones más fuertes y mejores con los clientes y compañeros de trabajo.

Nuestra investigación también encontró que ser fiel a uno mismo empodera a los individuos. Este es un punto crucial porque el empoderamiento es esencial para la satisfacción en el trabajo y el compromiso con la tarea que uno lleva a cabo.

Entre los empleados que dijeron que no eran auténticos en el trabajo, muchos parecen haber calculado los costos y beneficios de la autenticidad. Casi dos tercios consideraron que ser su verdadero yo haría que el entorno de trabajo empeore. Apuntaron a entornos en los que las diferencias no son apreciadas y reconocer el estrés o mostrar emoción está mal visto. Sin embargo, la mayoría de los casos en los que no fue apreciada como positiva la autenticidad se produjo cuando los empleados sintieron que ella no era valorada en el trabajo.

¿Cómo pueden los empleadores crear un espacio en el que los empleados se sientan seguros siendo auténticos? Un método consiste en fomentar la autenticidad de los líderes. Cuando los líderes son fieles a sí mismos y admiten sus errores, eso da permiso a otros para hacer lo mismo. Pero es igualmente importante que los líderes den la bienvenida a la autenticidad de sus empleados. La creación de un entorno en el que se anima a perspectivas y opiniones diferentes crea la base para un lugar de trabajo auténtico.

(Vanessa Buote tiene un doctorado en psicología social de la Universidad Wilfrid Laurier. Ella es directora de investigación de la empresa de tecnología Plasticity Labs).

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