El último en hacerlo fue Venus. Ahora le tocó a Mercurio "caminar" frente al Sol, un paseo que el pequeño planeta completó en algo más de siete horas y que no repetirá hasta 2019.

El tránsito comenzó ayer sobre el mediodía y, salvo en los lugares en los que estuvo nublado, fue visible en toda Europa Occidental, la costa este de los Estados Unidos y en casi toda América Latina.

Estos fenómenos, más raros que los eclipses de Sol y Luna, sólo los realizan Venus y Mercurio, los llamados planetas interiores, los que orbitan entre el Sol y la Tierra.

Los tránsitos de Venus son extraordinariamente inusuales -aproximadamente dos veces cada 100 años-, mientras que los de Mercurio son más frecuentes (unos trece cada siglo).

De hecho, el último tránsito de Venus fue en junio de 2012, y el siguiente no será hasta el año 2117.

En el caso de Mercurio, el último tránsito tuvo lugar en noviembre de 2006 y el próximo será en noviembre de 2019.

Mercurio es el planeta más pequeño del Sistema Solar y el más cercano al Sol. Tiene la órbita más rápida y excéntrica de todos, y una geología abrupta y fascinante, llena de cráteres, crestas, cordilleras y montañas.

Si miramos al Sol, podremos ver cómo un pequeño punto negro (Mercurio) se paseó por delante del Sol, un fenómeno que comenzó a las 11:12 GMT y que finalizó a las 18:42 GMT.

"Pero como Mercurio es muy pequeño, para apreciar su sombra sobre el disco solar hace falta usar un telescopio. Además, hay que tener mucho cuidado, ya que observar el sol directamente causa daño grave y permanente en los ojos. Por eso siempre hay que utilizar un filtro solar homologado, no gafas de sol, o radiografías, CDs, etc. Hay que protegerse la vista igual que cuando se observa un eclipse", avisa.

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