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Rebecca Knight
© 2016 Harvard Business School Publishing Corp.
de: hbr.org
distribuido por: The New York Times Syndicate
HEALTH
Algunas personas simplemente no pueden llegar a cansarse del trabajo. Se quedan hasta tarde, revisan su correo a todas horas y le dedican tiempo los fines de semana. Si su jefe lleva esta clase de agenda, ¿Cómo puede usted poner las expectativas y fronteras adecuadas?
Algunas veces "trabajar para un gerente que está orientado hacia las tareas y tiene una gran necesidad de logros puede ser motivador," dice Linda Hill, profesora en la Harvard Business School. Sin embargo, si ese gerente también es un workahólico, puede ser lo opuesto. "si no hay equilibrio y su jefe no le ofrece respaldo y un trabajo que sea significativo, sus probabilidades de agotarse son altas".
Lo que molesta a la mayoría las personas en situaciones como esta es "la falta de límites," dice Nancy Rothbard, profesora de administración en la Wharton School de la University of Pennsylvania. Cuando usted le reporta a un workahólico compulsivo, "el trabajo se expande a todas las partes de su vida y es extremadamente estresante."
He aquí algunos consejos de cómo lidiar con un workahólico:
– CONSIDERE LA PERSPECTIVA DE SU JEFE: Antes de que llegue a la conclusión de que trabaja para un gerente autoritario y obsesivo, observe sus circunstancias profesionales y pregunte: "¿A qué presiones está respondiendo?" "¿Es la organización demasiado horizontal?" También piense acerca de sus prioridades. Considerar estas cosas le ayudará a manejar a su jefe con "más consideración y con menos emoción," dice Hill. También podría ser que su jefe "no se dé cuenta del hecho de que está siendo impositivo respecto a usted," dice Rothbard.
– REFLEXIONE SOBRE EL PROBLEMA: Precise por qué usted está frustrado, de forma que pueda hacer una lluvia de ideas sobre los remedios, dice Hill. Para ayudarlo a reducir su enfoque hacia el tema que le causa la mayor molestia, Rothbard recomienda pensar acerca de sus preferencias y predilecciones laborales. Pregúntese a qué hora del día es usted más productivo y como le gustaría pasar los fines de semana. "No puede sólo quejarse ante su jefe," explica Rothbard. "Usted tiene que ofrecer alternativas que cumplan sus mutuas metas de productividad y resultados de alta calidad."
– HABLE CON SU JEFE: Incluso cuando conoce el problema y tiene soluciones, sigue sin ser fácil acercarse a su jefe. "El temor es que su gerente pensará que usted es perezoso, no está comprometido o es menos participativo", dice Hill. Por eso, necesita encuadrar la conversación alrededor de usted -cómo preferiría estructurar su día de trabajo y cómo y dónde se desempeña mejor. Su objetivo, explica, es poner límites que "creen las condiciones para su éxito."
– HAGA UN BUEN TRABAJO, PERO CUÍDESE A USTED MISMO: Después de la conversación, es importante mostrarle a su jefe que usted sigue siendo un miembro dedicado del equipo. Si es una persona de alto desempeño, "tendrá muchas más oportunidades para arreglos" y flexibilidad, señala Rothbard. Su jefe workahólico no se puede quejar si usted está entregando resultados y cumpliendo sus obligaciones. Dicho esto, es importante priorizar su salud emocional y física.
– MUÉVASE: Si nada cambia después de hablar con su jefe, podría ser una señal de que estará perpetuamente infeliz al depender de esta persona. "Tiene que haber adaptación en ambos lados, así que dele algo de tiempo," dice Rothbard. "Pero, si está recibiendo señales de que esta persona no es capaz de cambiar lo suficiente, podría ser un problema de estilos. Podría significar que usted necesita ser transferido, o que es tiempo de buscar otro empleo".
(Rebecca Knight es una periodista independiente y académica en la Wesleyan University).