Santiago Zavattiero - @Santiagasu
"Toda persona tiene derecho a la educación integral y permanente", cita parte del artículo 73 de la Constitución Nacional de la República del Paraguay. Aunque en promedio, un paraguayo solo llega a cursar hasta el 8vo o 9no grado -población de 10 años y más-, siendo el principal motivo de deserción la necesidad de los jóvenes de salir a trabajar para ayudar como sostén en sus hogares, según la Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos. Es importante destacar que en el 2004 el promedio de años de estudio era de tan solo 7 años.
La formación es fundamental para el desarrollo de las personas y sirve como motor para salir de la economía. Un claro ejemplo es que una persona sin educación llega a tener una remuneración mensual en promedio de G. 1.124.000, mientras que culminando la educación escolar ya sube a G. 2 millones y con 18 años de estudio se puede acercar a los G. 4 millones.
Un dato que no puede escapar del análisis, es que la enseñanza privada fue ganándole terreno a la pública, ya que la población de 6 a 17 años de edad que asistía a una institución de enseñanza formal en el 2013 era de 14%. Mientras que en el 2005 era de 12%, por ende, a pesar de que la juventud paraguaya, en su gran mayoría, aún asiste a instituciones públicas, el porcentaje ha disminuido.
El Estado está obligado por la ley 1264/98 General de Educación, a que todas las personas de 5 a 14 años asistan a clases. Pero esto no se cumple según la DGEEC y es más preocupante que incluso a los 17 años -edad de finalizar la educación- 1 de cada 4 jóvenes no esté en el sistema de educación formal.
Para crecer hay que estudiar
La Lic. Deysi González, especialista en RRHH y representante de Adquisición de Talentos en Jobs, explicó a La Nación Web que: "sin lugar a dudas la formación académica es fundamental en la búsqueda de oportunidades. Si bien hoy día el mercado posee una mirada integral al profesional y tiene en cuenta ciertas competencias y aptitudes, es importante sostenerlas con estudios que garanticen la buena utilización de esos atributos"
Al mismo tiempo resaltó que "en la actualidad estamos insertos en una sociedad exigente en todos los sentidos y el ámbito laboral es uno de los que lideran las exigencias en el momento de seleccionar a un buen perfil para el ingreso en las empresas. Y para ello son varios los factores que influyen para la decisión final en selección del personal, como ser título universitario (o estudiantes de carreras terciarias/ técnicas), experiencia laboral y otras condiciones que se evalúan".
Es decir, un título universitario no garantiza la obtención de un buen trabajo, sino es una de las herramientas con las que debe contar un perfil dinámico que se requiere en estos tiempos. Agregó además que "un profesional se va haciendo por el camino y la experiencia que va adquiriendo es la que finalmente es valorada por los empleadores, si este aspecto se complementa con una buena formación se tendría el perfil integral ideal".
La especialista terminó resaltando que "es importante formarse académicamente y mantenerse actualizados pero sin descuidar otros aspectos como la ética, los valores y la confidencialidad que hacen de una persona un profesional competente en todos los sentidos. El éxito del ingreso o la promoción depende de la buena utilización de nuestras cualidades y formación".