La franja de los diputados indecisos está sometida a tentaciones y presiones.

"Lula" multiplica los contactos y negociaciones, para reforzar la presencia de quienes permanezcan fieles a Rousseff en el gobierno y el aparato administrativo, en caso de que la mandataria supere el trance.

Pero su acción se ha visto trabada por el bloqueo de su nombramiento como jefe de gabinete a causa de un recurso judicial relacionado con las sospechas de su implicación en el escándalo de los sobornos de la estatal Petrobras.

La corte suprema dirá si puede asumir como ministro el próximo día 20, después del voto en la cámara baja. "Los diputados piensan en sus posibilidades de ser reelectos" en el 2018, y la apuesta por Rousseff, sumamente impopular, parece cada vez más arriesgada, afirmó David Fleischer. "Y en el Senado será aún más difícil parar el impeachment, porque el PMDB [el partido de Temer] es el más fuerte", dijo a la AFP Michael Freitas Mohallem, analista político de la Fundación Getulio Vargas en Río de Janeiro.

Los mercados se mostraron ampliamente a favor del impeachment, argumentando la necesidad de implementar políticas capaces de sacar de la recesión a la mayor economía latinoamericana. El FMI prevé que la contracción del PIB brasileño sea este año de un 3,8%, exactamente igual a la del 2015, y que en el 2017 haya un crecimiento nulo (0%).

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