Apenas pasadas las 22:10 del viernes se apagaron las luces del Jockey Club del Paraguay. Centenares de gritos se cruzaban como lanzas en ese hipódromo hecho coliseo por una noche más. Varios segundo de una secuencia de sync graves impactaban desde los parlantes, y del otro lado, más gritos. Era solo el saludo de celebración del público que esperaba ver a su ídolo que visitó por primera vez Paraguay, era Marc Anthony quien arrancaba su concierto ante miles de personas, a las que emocionó e hizo bailar.
Poco antes, estuvo encargado de romper el silencio el grupo paraguayo de salsa Alvarenga Family, que arrancó con el clásico "Para los Rumberos", para pasar después por una versión de "Mis noches sin ti". El público respondió con júbilo ante los teloneros, aunque la gran diferencia de producción frente a la banda del estadounidense de origen latino se hizo explícita solo minutos después.
Un corto audiovisual anunció desde las pantallas colocadas en posición vertical en el escenario y a sus costados la llegada de Marc. Sonidos de helicópteros e imágenes de fans gritando, hasta que al fin a lo alto de la escalera que estaba en el medio de la escenografía apareció el cantante para reinar el resto de la noche.
"Valió la pena", en su versión salsera, fue el primer tema para delirio de los varios miles de asistentes, después "Y hubo alguien", y ya nadie pudo quedarse sentado en el público, lo impactante del show y del ritmo tuvo a la gente bailando y cantando los clásicos popularizados por el actor y músico.
Luego se dibujó en la lista de temas "Hasta ayer", canción con la que Marc hizo un gran despliegue vocal, y comenzó a coquetear con el público, que antes del show ya estaba rendido a sus pies.
Después vinieron "Flor pálida","Contra la Corriente", con un muy importante solo de batería, y su versión del tema de José Luis Perales "¿Y cómo es él?".
La propuesta de seducción de cantante fue constante, con mucho baile y diálogos con el público. En un momento preguntó "¿Dónde están las mujeres?", y se vino un estallido femenino. No faltó como es costumbre la bandera paraguaya en las manos del visitante, la chica del público invitada al escenario, de quien el Jockey entero coreó su nombre "Rosita… Rosita…". La despedida fue con "Vivir mi vida".