Juan Manuel Iturbe Arévalos nació el 4 de junio de 1993, en Buenos Aires, Argentina, un país al que sus padres se vieron obligados a ir por razones laborales y del que retornaron casi sin dar tiempo al pequeño hijo de acostumbrarse a la cultura de su tierra natal.
En Paraguay, Juancito creció amando una pasión que comparten tanto argentinos como paraguayos: el fútbol.
Y fue Cerro Porteño el club que tuvo el privilegio de formarlo y disfrutarlo, aunque el final acabó no siendo feliz para la dirigencia azulgrana.
Primero en las divisiones inferiores, luego en la máxima categoría, en donde el entrenador Pedro Troglio lo hizo debutar con apenas 16 años, Iturbe deslumbró, comenzó a llenarse de elogios (le decían "El Messi Guaraní", por ejemplo) y de clubes que supuestamente estaban interesados en contratarlo.
Se hablaba del Real Madrid y el Manchester United, por citar a dos de los más importantes del mundo, pero en Cerro estaba claro que aún no era el momento de soltarlo. Porque también comenzaba a lucirse en las selecciones juveniles de Paraguay (Sub 17 y Sub 20) y, sobre todo, porque el jugador ni siquiera tenía contrato con el club.
Cuando quisieron hacerle firmar uno, el de formación, ya era tarde. Iturbe estaba siendo "asesorado" nada menos que por José Luis Chilavert y el empresario argentino Gustavo Mascardi, quienes facilitaron su camino al fútbol argentino cuando en Cerro lo separaron del plantel por negarse a firmar.
El club Quilmes fue la puerta de entrada a su país natal (aunque nunca pudo debutar allí y acabó volviendo a Cerro) y el Checho Batista el que le dio la llave de las selección argentina, llevándolo como parte del plantel Sub 20 que fue sparring de la Absoluta en el Mundial de Sudáfrica.
Hoy esa puerta volvió a cerrarse, y quien le puso llave fue nada menos que el mismo que en su momento le abrió las de la Albirroja absoluta: Gerardo Martino.
El Tata lo había hecho debutar en un amistoso frente a Chile, cuando el delantero tenía apenas 16 años. Al frente de la Albiceleste, y tras una nueva convocatoria para las eliminatorias, ya dio señales de que no está en sus planes, ni siquiera para integrar el seleccionado alternativo que disputará los Juegos Olímpicos.
Así las cosas, Juan Iturbe tuvo que volver atrás, aunque en su momento dejara bien en claro que eso "sería un fracaso", y acabó por darle el tan ansiado sí a su amigo Emiliano Díaz, quien desde que llegó a la selección se puso como desafío recuperarlo a pedido de su padre.
"En mi vida he cometido muchos errores, pero gracias a ellos me hice valer como persona. Sufrí bastante al tener conflictos desde mi temprana edad y eso llevó a que tomara decisiones, yo estuve siempre dividido por dos países, tal com Argentina y Paraguay", justificó el jugador en Twitter.
Al anunciar su vuelta a la Albirroja, dijo: "Hoy en día las cosas cambian y mi decisión fue tomada gracias a mi familia, a mis amigos y, por sobre todo, a un pueblo que me esperaba siempre".
Por último, y tal vez sin poder olvidar él mismo aquellas declaraciones del fracaso de volver, Juan Iturbe afirmó: "Si les tengo que pedir disculpas, lo haré. Y que quede claro que voy a sudar hasta lo último por la Albirroja. Hoy solo espero el apoyo de todo un país".
En los siete años que duró esta historia de "me quiere, no me quiere" entre las selecciones de Paraguay y Argentina, Juan Manuel Iturbe pasó por el Porto (Portugal), River Plate (Argentina), Hellas Verona (Italia), Roma (Italia) y actualmente está en el Bournemouth (Inglaterra).
En algunos clubes, sobre todo en el Hellas, tuvo más continuidad y destaque que en otros. Pero hasta aquí no logró consolidarse como la promesa que se anunciaba allá por el 2009, cuando el sobrenombre de "Messi Guaraní" le quedaba a la perfección.
¿Aparecerá aquel chiquilín inatajable en la Albirroja de Ramón?