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Ya sea con modelos de negocios de baja, media o alta inversión, el sistema de franquicias propone amplias oportunidades para las mujeres, en diferentes segmentos de la actividad económica, con fórmulas de éxitos probadas y que se pueden adaptar a las condiciones de las mujeres contemporáneas.

La franquicia se ha impuesto en los últimos tiempos como exitoso modelo de negocios, basado principalmente en la posibilidad de transferencia de conocimiento, experiencias y tecnologías; y en la actualidad se erige como una alternativa válida y eficaz de emprendedurismo femenino.

Tiendas de ropas e indumentarias, negocios del rubro alimenticio, limpieza, consultoría, textil y marketing son rubros en los que las mujeres encuentran una oportunidad para desarrollar y concretar el sueño de la propia empresa, apostando por un modelo de negocios probado y consolidado en el tiempo.

La franquicia es un formato de negocios dirigido a la comercialización de bienes y servicios, en la cual una persona física o jurídica, le concede a otra el derecho de usar su marca por un determinado lapso de tiempo, y con ello le transmite al franquiciado un conocimiento específico, así como el cúmulo de experiencias positivas y negativas que ha recabado el dueño de la marca en el ensayo su negocio, hasta consolidarlo.

Toda esa transferencia de conocimientos y experiencias le permite al interesado llevar a cabo la operación del negocio con éxito, aduce Fabiana Hornos, socia directora de Surplus Franchise&Marketing, que desde hace seis años consecutivos lleva adelante en Paraguay la Feria de Franquicias y Oportunidades de Negocios (FIFPy).

La directiva explica que la franquicia es ideal para la mujer contemporánea pues este sistema le permite adaptarse a sus necesidades de horarios y responsabilidades familiares, brindándole libertad de horario, negocios fáciles de administrar y conceptos diferentes e innovadores.

Lanzarse al negocio propio

Foto: Osvaldo Acosta[/caption]

Eso mismo lo analizaron Noelia Rivarola y Marcela Yegros cuando optaron por habilitar su propio negocio. Ellas adquirieron la franquicia de Doña Chipa y desde noviembre pasado están saboreando la experiencia de ser empresarias, con la ventaja de que están emprendiendo un negocio con éxito probado y de masiva aceptación.

Noelia Rivarola es nutricionista y Marcela Yegros, parbularia. Ambas tenían un puesto en la función pública y sus experiencias siempre distaron mucho de la gestión y la administración empresarial. Con escasos conocimientos en el área de finanzas y en la administración de un negocio, la franquicia se convirtió en la herramienta que les permitió concretar su emprendimiento.

"Pensamos que lanzarnos a algo nuevo, de cero, sería un poco riesgoso ya que ninguna teníamos experiencia. Por eso optamos por el sistema de franquicias", cuenta Noelia, orgullosa de haber dado el gran salto hacia la independencia laboral; en tanto, su socia acota: "La ventaja es que la marca ya está establecida en el mercado y tiene su clientela formada".

Marcela cuenta que luego de mucho explorar en diversos campos llegaron a la conclusión de que el área gastronómica nunca falla, principalmente si esta brinda productos de consumo masivo, de calidad y más aún si es ofrecida con un buen servicio y en un ambiente cálido y agradable. Por eso, "el negocio gastronómico nos interesó desde un principio. Tal vez por hobby, pasión o profesión como es el caso de Noelia", destaca la emprendedora.

¿Y por qué la Chipa? La chipa forma parte de nuestra tradición, es lo nuestro, y además gusta en toda época del año. Con 40 grados de calor o con 10 grados, la chipa es ese alimento que se vende y que gusta a cualquier hora del día, sostiene Noelia.

Oportunidad y rentabilidad

Como las oportunidades que genera el área gastronómica, en Paraguay existen una gran cantidad de franquicias en operación, enfocadas hacia el público femenino", explica la directora de Surplus Franchise&Marketing, entre los que se destacan los de los sectores de manufactura, de comercios, tecnología y servicios.

Lo bueno de cada una de estas áreas, basadas en el know how que aporta el sistema de franquicias, es que permite a las mujeres administrar las responsabilidades del trabajo diario, sin descuidar sus hogares y a sus familias.

Por otra parte, este modelo de negocios permite una rápida expansión de las marcas y/o empresas y el posicionamiento en diferentes mercados, además de contar con un atractivo tiempo de recuperación de inversión y rentabilidad", menciona Fabiana Hornos.

En ese sentido, las emprendedoras señalan que invirtieron en su negocio US$ 35.000, monto que incluyó la adquisición de la franquicia y el montaje del local, que consistió en refacción y adecuación del lugar, además de la compra de los equipamientos. Noelia y Marcela esperan recuperar esa inversión en unos 24 meses aproximadamente.

Ciencia y conocimiento

Apostado sobre una concurrida arteria en el centro capitalino, sobre 25 de Mayo casi Tacuary, el nuevo local de Doña Chipa atiende a centenares de clientes desde las 6.30 hasta las 19.00. Allí, no solo se puede degustar el tradicional sabor de la chipa y del cocido, sino también disfrutar de un ambiente ameno, en donde prima la buena atención, destaca Marcela, al explicar que otras bondades del sistema de franquicias es que brinda adiestramiento y aporta todo el conocimiento que la empresa fue desarrollando y aprehendiendo en sus años de trayectoria.

"Recibimos todo el caudal de información, conocimiento y adiestramiento que necesitamos para emprender el negocio, desde conservación y manipulación de alimentos hasta marketing, administración y ventas", declara Yegros, en tanto que Noelia agrega que les enseñaron a "dar forma y color a las chipas, así como a servir con calidad y calidez al cliente".

Finalmente las franquiciadas comentan que entre las responsabilidades que deben asumir al adquirir la marca es honrar no solo la calidad del producto y la buena atención al público, sino también la imagen corporativa respetando los estándares que maneja Doña Chipa.

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