Pablo Cuevas se ha consolidado como uno de los grandes especialistas del circuito en tierra batida. Y en la gira sudamericana está confirmando su condición de favorito en esta superficie. En el Brasil Open defendió la corona que conquistó la pasada temporada, tras derrotar en la final a Pablo Carreño Busta por 7-6(4), 6-3 en una hora y 25 minutos.

El uruguayo está completando un excepcional inicio de curso, ya que además de este trofeo en Sao Paulo, la pasada semana levantó el título también en el Rio Open presented By Claro. No obstante, en este 2016 luce en récord de 13 victorias en 16 encuentros, o lo que es lo mismo, ha ganado el 81,25% de los partidos que ha disputado.

En la final, desde el inicio, las intenciones quedaron claras: nadie iba a regalar nada. Ambos jugadores plantearon un partido fiel a su estilo, trabajando cada punto desde el fondo de la pista. Carreño, dominando con su derecha; Cuevas, logrando una buena cantidad de golpes ganadores con su revés a una mano. Y sólo se decidió por pequeños detalles.

La experiencia de Cuevas en este tipo de partidos se hizo notar, mientras los nervios y la tensión de su primera final pesaron a Carreño, que vio cómo poco a poco se le escapaba el encuentro. Así, en el tercer juego de la segunda manga cedió su primera opción de break. Si bien salvó la primera tras un espectacular intercambio que finalizó con un winner con la derecha, a la tercera fue la vencida.

Cuevas logró el quiebre y puso la directa hacia el título. Otro nuevo break para aprovechar un pobre 25% de puntos con el segundo saque de Carreño y la seguridad con su saque, dejaron al número 27 Emirates Ranking ATP con 5-1 en el marcador.

El asturiano se aferró a la pista y se negó a entregar el choque a cualquier precio. Encadenó dos juegos más, logrando su primer break (5-3), pero mucho más cómodo en el resto, el tercer cabeza de serie acabó cerrando el encuentro.

En Sao Paulo, Pablo Cuevas ganó el quintó título de su carrera profesional (todos sobre tierra batida) y el tercero en territorio brasileño. Además, es la segunda vez que el jugador nacido en Concordia hace 30 años encadena dos trofeos en un mismo curso (también lo hizo en 2014).