MARTÍN BARON, JEFE DE REDACCIÓN DEL WASHINGTON POST

Por Mike Silvero

Martin Baron, una leyenda periodística absolutamente vigente dialoga con La Nación. "Spotlight", la película candidata a ser multipremiada en los premios Oscar, revela cómo fue la investigación sobre abusos en la Iglesia Católica en Boston, encabezada por el hoy Director del Washington Post. En esta entrevista, conversa sobre el tópico cinematográfico, cómo cambió el negocio y la nueva era del periodismo.

-Usted decidió encarar el tópico del abuso en la Iglesia Católica en su primer día de trabajo en el Boston Globe. Considerando, cuan religiosa es la ciudad, y lo volátil de la situación ¿iba por el máximo impacto o era una cuestión de encontrar –o rescatar– la historia correcta para publicarla?

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-Era una historia que estaba frente a nosotros ¿Por qué fui detrás de la Iglesia Católica en mi primer día? La respuesta es que no lo hice. La historia estaba ahí y decidí seguirla. Fue impulso periodístico. La situación era que el abogado de las víctimas argumentaba que el Cardenal mismo sabía de los abusos por parte de un cura, el cura que estaba acusado de abusar a 80 personas, y que fue reasignado una y otra vez, adonde volvía a abusar. El teniente también lo sabía y admitían dejarlo, sin siquiera notificar los cambios.

-¿Qué debe tener una historia para convencerlo de publicarla o de ir tras la noticia? ¿Cuáles le generan orgullo?

-Una historia tiene que ser de interés público y tiene que afectar a las personas. Tiene que tratarse de temas sobre justicia e igualdad. Esos son los temas que buscamos. Nosotros seguimos todo tipo de noticias, pero las que más me enorgullecen son las que tienen impacto real en la vida de la gente. Nosotros tenemos obligaciones como periodistas, y una de ellas, la primera, es encontrar la verdad.

-Volviendo al caso "Spotlight"…

-La columna que leí antes de empezar a trabajar, sobre los casos de abuso, señalaba que quizás la verdad nunca iba a saberse porque los documentos no estaban a la luz del público. Allí entra el esfuerzo por conseguir la verdad, que es el propósito primario de la prensa libre.

-Usted está considerado uno de los mejores editores en el negocio, quizás de todos los tiempos ¿cuál cree es su mayor talento para encontrar historias impactantes? ¿Es contratar –o quizás despedir– a la gente correcta?

-No lo sé, hay demasiados buenos editores en comparación. Pero respecto a crear una buena organización de noticias hay muchos factores, contratar gente talentosa es lo principal, que mis ojos no sean los únicos ojos buscando grandes historias. Es decir, tener ojos, oídos y todos los sentidos disponibles, finalmente tienes cientos de personas buscando historias. Y allí, las historias que más nos tienen que importar son las que tienen impacto significativo en la vida de mucha gente común.

-¿Qué representa tener el poder de dirigir una redacción y comandar un ejército de periodistas?

-Es una gran responsabilidad y a la vez un gran poder. Tenemos poderes y usarlos efectivamente, y de manera justa, en favor de los ciudadanos es lo que intentamos hacer todos los días. Tenemos que seguir las historias de manera honesta, honorable, justa y precisa. Con esas cualidades, tenemos que acercarle a la gente de manera directa lo que encontramos, esa es nuestra obligación.

-¿Qué aptitudes buscan en un periodista? Asumiendo que trabajar para el Post, ya representa que uno sea un buen o quizás gran escritor.

-Buscamos gente intelectualmente curiosa, gente que tenga mucha energía, que sepa escribir, que sepa cómo reportar bien, que lo hagan de la manera que mencioné, (honesta, honorable, justa y precisa), y que sea buena contando historias, o que en estos días sean buenos productores de video. Esta gente tiene que ser seria acerca de su trabajo, debe tener un profundo sentido del propósito del periodismo, y contar con las habilidades correctas para acercarle la información de manera precisa a los lectores.

El Washington Post

-¿Cuándo dejó el Post de "sobrevivir" para volver a ser exitoso?

-Hace un par de años, cuando el diario fue adquirido por Jeff Bezos, el propietario estaba muy determinado no solo a sobrevivir con la empresa sino a crecer, y nuestra estrategia cambió. En lugar de cubrir temas de Washington, para gente de Washington, tomamos la decisión de trabajar en la difícil tarea de ser realmente un diario de alcance nacional y luego incluso internacional. Empezamos a experimentar, y Bezos fue capaz de invertir en nosotros para esos experimentos, que siguieron por un buen tiempo para ver si con resultados funcionaban o no, de manera que proveyó el capital para la transición de una era de imprenta a una era digital.

-¿Encontró el Post la fórmula para el éxito en este mundo de la convergencia digital?

-No puedo decir honestamente que estemos en condiciones de declarar victoria, porque todavía estamos trabajando en un periodo de experimentación. Todo el periodismo a nivel mundial está buscando un modelo sostenible.

-¿Es una empresa alumbrando con una linterna en la oscuridad o con un láser apuntado específicamente a un objetivo?

-Tenemos una redacción con muchas responsabilidades, muchos temas. Tenemos que mantener una visión amplia y no creo que tengamos que seleccionar un solo punto. La gente tiene diferentes intereses y tenemos que estar abiertos a perseguir esas historias, con la flexibilidad que eso requiera.

-Su carrera comenzó a finales de los 70 ¿cuál es la diferencia substancial entre los periodistas de esa época y los actuales?

-El mundo cambió un poco. Cuando arranqué no había internet, los diarios eran muy poderosos y hacían mucho dinero, con posiciones en el mercado muy seguras. Los periodistas escribían para el día siguiente, pero ahora escribimos 24 horas al día, a la velocidad de la luz.

La gente espera recibir instantáneamente noticias, no va a buscar la información, sino que espera que la noticia la encuentre en diversas plataformas, y ahora tenemos que adaptarnos a ese ambiente y adentrarnos en él para hacer periodismo más ambicioso, investigaciones mucho más profundas, como narrativas más profundas y reportajes más profundos, como lo que se ve en "Spotlight".

Los desafíos son más grandes que nunca hoy, más que nunca para el periodismo, en un ambiente donde la competencia, tanto para conseguir lectores como anunciantes es más dura que nunca.

La nueva era

-Con el crecimiento del consumo de video por ejemplo ¿por qué seguimos escribiendo?

-Es absolutamente equivocado decir que el video es la única forma de consumir noticias. La realidad es que tenemos muchos lectores… mucho más que en el campo de los videos, lo que nos sugiere que podemos aún crecer. Que hay campo con los dispositivos móviles, la gente está leyendo cuando está en el almacén, cuando camina, cuando espera el colectivo, cuando tiene un tiempo libre.

Es un excelente momento para gente que escribe y produce información en formato de texto, porque es la manera más rápida de hacerlo. Además, es una manera privada de informarse, nadie ve lo que uno está leyendo, así que es una gran era para el texto. La gente hoy consume información 24/7, es un tiempo enormemente desafiante, pero eso no puede oscurecer la oportunidad que tenemos hoy, la extraordinaria posibilidad de llegar a mucha más gente que antes.

-Dentro del contexto actual, de "millenials", ¿cómo –aparte de con dinero– se puede capturar al talento de social media para trabajar en un diario?

-Hemos tenido mucho éxito en ello. Montamos un equipo de 12 o más personas en redes sociales. Son muy interesados en identificar la manera en que la gente consume información y lo entienden perfectamente. Son felices trabajando en un diario, porque el atractivo es la misión, lo que nos distingue de los demás, que tenemos una misión de servicio público. Mucha gente joven no solo quiere tener un trabajo, sino quieren sentir que hacen un servicio y que lo pueden hacer con nosotros.

-¿Es "Coral" el futuro de los comentarios? ¿Qué hizo necesaria la creación de dicha herramienta?

-Es un proyecto en conjunto con el New York Times y la Fundación Mozilla, financiado por la Knight Foundation (4 millones de dólares). Tenemos cientos, miles de comentarios, a veces más de 5.000 en una sola historia. Es muy difícil monitorear lo que se escribe. En algunas ocasiones son inapropiados, repugnantes, y queremos que la gente exprese su punto de vista, queremos ser democráticos, queremos que la gente hable de manera cívica y que lleguen a la superficie los mejores comentarios.

-Finalmente, ¿qué es lo sustancial de una publicación periodística de calidad?

-Todos los días, tratar de servir al interés público. Buscar la verdad, encontrar la verdad y publicar la verdad.

-¿Quién es?

Martin Baron, nacido en Tampa, Florida, el 24 de octubre de 1954, es actualmente el editor en jefe del Washington Post.

Arrancó su carrera en 1979, en Los Angeles Times, donde permaneció hasta 1996. Posteriormente, pasó a The New York Times hasta 1999, siendo responsable de la edición del diario.

Del 2000 al 2001, fue jefe de redacción de The Miami Herald y de comienzos del siglo hasta el 2012 fue la cabeza visible del Boston Globe, con múltiples reconocimientos por las investigaciones del medio, incluyendo la de abusos en la Iglesia Católica, hoy convertida en la película "Spotlight".

La resurrección del WaPo

Jeff Bezos adquirió el Washington Post en el 2013, pagando por el periódico, que carecía de un destino definido, unos 235 millones de dólares, monto que luego sería absolutamente ínfimo en comparación a otras adquisiciones de medios, incluso de menor categoría en comparación al diario responsable de la única renuncia de un presidente de los Estados Unidos en toda su historia, con el caso "Watergate" y la salida de Richard Nixon del poder.

"Todo el mundo se enfoca en el capital financiero, pero también es importante reconocer el capital intelectual que aportó", dice Martín Baron sobre el propietario del Post.

¿A qué se refiere? A las ideas que puso sobre la mesa el millonario creador de Amazon.com. "Sus ideas y su receptividad a las ideas de otras personas que trabajan en el Post", destaca Baron como el valor fundamental de la llegada del empresario tecnológico al rubro de medios.

Desde entonces, el Post se ha rejuvenecido, primero con una política editorial expansiva para tener alcance nacional y luego presencia internacional. En ese marco, la empresa desarrolló una solución tecnológica pensada para redacciones híbridas, es decir que todavía publican en papel, pero que basan su rutina diaria en la prensa digital.

Hoy, en el 2016, ya ha superado en visitas únicas a su tradicional rival, el poderoso The New York Times, y sus expectativas van desde acrecentar cada vez más la cantidad de lectores, hasta profundizar en la narrativa y en los temas periodísticos profundos, desde una óptica moderna y en plataformas del Siglo XXI, pero con la misma rigurosidad periodística que posicionó al medio como un estandarte del rubro.

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