Por Óscar Gómez

La historia poco a poco se va repitiendo. Capiatá volvió a festejar en Para Uno realizando un gran trabajo táctico y aferrándose a la cima de la tabla. El cambio de sistema de Francisco Arce para este partido (pasó del 4-4-1-1 al 4-3-1-2), hizo que los costados estén más descuidados de lo normal y por consiguiente que la velocidad de los extremos capiateños sea la vía principal de ataque para el visitante.

Lo de Óscar Ruiz por el costado izquierdo fue lo más punzante del equipo de Félix Darío León en los primeros minutos. Olimpia no tuvo la posesión del balón en la cantidad o el tiempo que hubiese deseado, justamente por eso, ya que el recorrido de los interiores era mayor y allí estaban ubicados dos jugadores que no están acostumbrados a cumplir esa labor, Cristian Riveros por izquierda y Ale Silva por derecha. Y además, cuando el franjeado tenía el balón carecía de ideas.

Buscando cubrir mejor el ancho de la cancha, Arce lo mandó a Mendieta a pararse al lado de Paniagua en el medio en la función defensiva, haciendo que Riveros se corra como un extremo, pero la doble labor del "Willy", quien con la ida de Juan Salgueiro se adueñó de la "10", lo nubló y no fue tan determinante como se esperaba.

Olimpia tenía la pelota, pero sin dañar y Capiatá cuando la tenía dañaba. En una jugada hasta fortuita, si se quiere, Irrazábal tomó la pelota cerca de la medialuna y la clavó en un ángulo. Como pez en el agua, el "2" volvió a enardecer El Bosque, como ya lo había hecho hace un par de meses en el torneo Clausura.

El gol visitante no cambió el trámite del partido. Era el franjeado el que tenía la pelota y buscaba el arco de Servín, pero seguía sin ideas, sin mucho que ofrecer. Aún así consiguió el empate, por intermedio de Riveros, pero el inicio del segundo tiempo fue peor. Si por lo menos tenía el balón en la primera parte, a parte de carecer de ideas y no mostrar actitud, Olimpia perdió la pelota y Capiatá se divirtió.

Ampliamente superado, el franjeado decayó en su juego y cayó en una monotonía en el traslado, que no le favoreció para nada. El equipo de Félix Darío León consiguió el segundo con un cabezazo de Ruiz en un descuido franjeado y luego liquidó el pleito de contragolpe sobre el final del partido, que definió Lesme, para instalar nerviosismo en la gente de Olimpia y para extender la "minipaternidad" capiateña en Para Uno.

Dejanos tu comentario