POR MARTÍN VILLAGRA
Cerro Porteño tuvo que pasar sofocones y con el peso de su experiencia pudo sortear a River Plate, que fue traicionado por errores capitales en momentos claves del partido. El azulgrana comenzó monopolizando la tenencia del balón, el kelito se aferró al orden para taponar todos los conductos y complicar, además contragolpeó, pero le faltó arriesgar para no quedar con las manos vacías. Julio Trinidad y Julio Acosta generaron peligro en ofensiva. Poco le faltó a Fidel Miño para quebrar la retaguardia azulgrana.
Fabbro hizo un par de buenas habilitaciones, Bonet tuvo para anotar de cabeza, Ortigoza luchó huérfano y sin éxito en ofensiva. El golero Arístides Florentín tapó un par de balones complicados, hasta que llegó la acción que detonó la polémica. Un gol anulado a River Plate paralizó a los hinchas cerristas. Bonet embocó en su portería, Fidel Miño, que estaba adelantado, intervino para provocar el error. El juez principal José Méndez invalidó la acción a instancias de su asistente. En la siguiente jugada, Cerro Porteño abrió el partido. Ortigoza habilitó a Santana, quien cruzó el balón, que pasó cerca de las manos del golero Florentín. El "regalito" lo agradeció Jorge González para marcar con arco vacío.
En el complemento, River apuraba, Cerro Porteño no podía tomar las riendas del juego. Pronto Jonathan Santana fue expulsado con doble amarilla y con diez era más difícil. El DT César Farías mandó al campo a Raúl Cáceres, quien hizo un par de corridas distintas. El infortunio otra vez se apoderó de River cuando Raúl Cáceres lanzó un remate, que en su trayecto fue desviado por Armando González para el segundo tanto. Así se aseguró la victoria el azulgrana.
José Ortigoza remató al palo desde posición sesgada y casi llegó el tercero. A Cerro le falta más fútbol y contundencia. River fue ingenuo y terminó pagando caro sus propios fallos.