Por Antonio López
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A la crecida que este año superó marcas históricas, el clima casi inhumano que se está dando por estos días y que, se pronostica, se irá agravando aun más, se suman ahora, y como consecuencia directa de los puntos mencionados, el dengue y la chikungunya. Dos males que en los últimos años han ido en aumento, y muchas de las responsabilidades se deben, lamentablemente, atribuir al comportamiento humano. A la desidia de las autoridades y de la población para evitar "crear" los lugares donde el mosquito aedes aegypti, el principal transmisor de estas enfermedades, encuentre el sitio ideal para reproducirse. Y es que existe un amplio sector de la población y de las autoridades mismas, que no toman la real conciencia de que lo mal que se está haciendo al facilitar la expansión del insecto; hecho que se da al permitir la proliferación de los criaderos del aedes.
Y los números en relación al dengue que dan las autoridades son alarmantes. El pasado jueves, la viceministra de Salud, María Teresa Barán, sostuvo que la actual epidemia está a un paso de superar la del 2013, cuando el mal causó la muerte de al menos 200 personas. En lo que va del mes de enero ya hay 42 casos de dengue confirmados y se está investigando 10 casos de fallecimiento, para ver si tienen o no relación con la enfermedad.
Pero si bien es cierto que existe un alto grado de responsabilidad de la población en "mantener el campo propicio" para el mosquito, es mucha más la responsabilidad de los que están al frente de los municipios, quienes incluso el pasado jueves condicionaron ante el Ministerio de Salud su apoyo en la lucha contra el mal, solicitando más fondos, que supuestamente deben ser utilizados en las reparaciones de urgencias de hospitales distritales y contratación de personal de blanco en caso de necesidad.
La emergencia sanitaria está declarada en todo el país, pero los departamentos en donde se concentra en mayor medida la epidemia son Central, Alto Paraná, Amambay, Concepción y Guairá, de acuerdo a lo informado por el Ministerio de Salud. La medida llegó en el momento justo, y hay que saber administrar los recursos para combatir al insecto.
Si bien es cierto que existe generalmente una campaña donde se exponen cuáles son los principales focos donde se forman los criaderos del aedes aegypti, no hay o hay un control ineficiente por parte de las autoridades en cuanto a la limpieza de los patios o terrenos baldíos que hay en las comunas, para aplicar en caso de ser necesario una importante multa. Y es ahí donde podría ir encontrándose el camino para evitar que el mal, en muchos casos fatales, se propague, sobre todo en épocas donde la situación ambiental se vuelve propicia para que el mosquito aedes se reproduzca.
De ninguna manera se puede hoy minimizar lo que está pasando. El mal está y es peligroso, por lo que se necesita, además de la conciencia ciudadana y de las autoridades, poner manos a la obra para luchar contra esta enfermedad que amenaza ser más letal que años anteriores. No hay mayores secretos en esto, solo aunar los esfuerzos de las autoridades y la ciudadanía toda, para eliminar los focos donde el mosquito suele encontrar el campo propicio para instalar su criadero y desde ahí causar estragos en la población.