Por Guido R. Brítez Balzarini, Socio Gerente de Sunergos. Especialista en liderazgo, gerenciamiento, administración del tiempo, relaciones humanas y coaching.

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Todo empresario desea que su empresa crezca al máximo, sin embargo, pocos se dan cuenta de la importancia del rol de su propio liderazgo en ese crecimiento. Se puede decir que la capacidad de crecer de una empresa está directamente relacionada a la calidad de liderazgo del empresario y a su capacidad para delegar; más concretamente a su habilidad de influir e inspirar a las personas a su alrededor.

En la mayoría de las situaciones, y habiendo estado una empresa en el mercado por un buen tiempo, el obstáculo principal para crecer como empresa no es la disponibilidad de capital, ni la calidad del producto, ni el servicio o la estrategia, sino factores que el dinero no puede comprar, como la generación de confianza alrededor del líder, el compromiso y el sentido de pertenencia de sus colaboradores. Nadie puede crecer estando solo, es necesario estar rodeado de personas comprometidas y entusiasmadas, las cuales se consiguen solamente con un liderazgo adecuado.

Si un empresario no genera personas motivadas y comprometidas, son muy pocas las posibilidades de crecer. Es necesario contar con un liderazgo intenso que haga que los colaboradores se sientan partícipes del crecimiento. Quizás algunos podrían pensar que en nuestro país no hay buenos gerentes, sin embargo, he visto empresarios que han dado oportunidad a personas con relativamente poca preparación y sin embargo con su estilo de liderazgo han conseguido que esas personas se llenen de una fuerte carga de compromiso y responsabilidad, lo que trajo como resultado la generación de buenos gerentes. Muchos dudan en dar esa oportunidad.

El crecimiento de una empresa se consolida solo cuando los colaboradores sienten que están creciendo como personas o como profesionales. Sin embargo, ese crecimiento puede no ser apreciado o es visto como una amenaza por algunos jefes y gerentes. Hay que admitir que el crecimiento realmente es implementado por los colaboradores, y si ellos no están inspirados o no se sienten comprometidos, es difícil que el crecimiento ocurra.

Para crecer, el líder empresarial debe estar convencido de la importancia de:

1. Delegar. Esto no implica dejar de controlar, todo lo contrario. Una labor importante de un líder empresarial es implementar mecanismos de control en toda la organización.

2. Apoyar el crecimiento personal y profesional de los colaboradores. Todo ser humano tiene objetivos personales que quiere satisfacer en sus actividades diarias. Para crecer, un empresario debe tomar en cuenta esos objetivos, que no siempre es dinero. Creo que todo ser humano quiere sentirse bien con lo que hace, sentirse motivado hacia el logro de sus objetivos de crecimiento como persona y profesional, sentirse valorado, sentir que está avanzando. Si un empresario no toma en cuenta esos objetivos, es difícil que su empresa crezca o que consiga crear nuevas empresas.

3. Compartir parte de las utilidades con las personas claves. Permitir que las personas ganen no solo salarios, sino que también crezcan económicamente. Es necesario ver a los colaboradores como aliados del crecimiento.

4. Liderar de manera participativa. Es necesario un liderazgo que inspire a colaboradores a sentir que están haciendo algo importante.

En resumen, un empresario puede tener un excelente plan de crecimiento, pero sin aliados, difícilmente le será posible alcanzar el crecimiento propuesto. Las personas se comprometen solo con lo que conocen. Nadie se compromete con algo que no conoce o cuando no se les da participación.

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