Latinoamérica recibió varios golpes en la semana. En un misma jornada, EEUU subió los tipos de interés por primera vez en nueve años; la segunda agencia de calificación retiró a Brasil el grado de inversión; y Argentina eliminó los controles cambiarios y abrió la puerta a una devaluación de su divisa. Suficientes elementos para arrojar dudas sobre las perspectivas de las economías de la región para el 2016, señala elPaís, de España.

La subida de los tipos de interés en EE UU reduce el apetito de los inversores por los mercados de más riesgo. Se suma la caída de los precios de las materias primas, el principal motor de crecimiento regional. En ese contexto de debilidad, azuzado a su vez por la caída de la demanda global, una devaluación de la divisa de uno de los principales productores de granos del mundo introduce una severa distorsión en el mercado, que afecta también a otras industrias, como la automovilística, el turismo o el sector inmobiliario. Lo peor es que la devaluación de la divisa está lejos de haber llegado a su fin. A corto plazo el sufrimiento para los consumidores será inevitable.

La decisión de Fitch de rebajar a bono basura la calificación de la deuda brasileña-una decisión que Standard and Poor's ya adoptó en septiembre- tiene consecuencias inmediatas para muchos fondos de inversión, obligados por sus estatutos a permanecer únicamente en aquellos mercados con el sello de calidad de al menos dos agencias de rating. El temor de las autoridades regionales es que se produzca un "comportamiento de manada" de los fondos de capital, que decidan retirarse de Sudamérica.

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