Jóvenes, artesanos y pobladores de Pirayú articulan espacios para convertir los atractivos del lugar en posibilidades de desarrollo local. La Nación Online hizo el circuito turístico propuesto y lo resume aquí.

Bañada por arroyos y resguardada por las elevaciones de la Cordillera de Altos, Pirayú –en Paraguarí- es una opción para descansar a 50 km de Asunción. Su fácil acceso por las rutas 1 y 2, la presencia de edificaciones de importancia histórica, su condición de "cuna de la hamaca" y la belleza de sus escenarios naturales convierten a la localidad en un buen destino para los fines de semana y los feriados. La Secretaría Nacional de Turismo invitó a un grupo de comunicadores a un tour que reunió en una mañana varias actividades con la intención de dar a conocer sus atractivos.

"Pirayú es una comunidad que nació bajo el amparo franciscano de Yaguarón", así inició la hermana Yeny Bóveda la visita guiada por la iglesia cuya construcción data del siglo XVIII. Las tierras fueron donadas a la congregación por los Gayoso y se fue convirtiendo en el pueblo que hace un siglo fuera la hogar del primer obispo del Paraguay independiente: Basilio Antonio López, hermano de Don Carlos.

Con retablos originales policromados que han recuperado sus colores tras varias restauraciones, figuras de yeso que sustituyen a otras de madera que existieron allí alguna vez, candelabros de bronce que se salvaron de los saqueos posteriores a la Guerra de la Triple Alianza, un teatro adosado en el fondo y casullas litúrgicas bordadas en oro de antigua data; el templo es el punto de partida para descubrir la historia del pueblo. Una gran talla de San José hecha en una sola pieza y altares dedicados a la Virgen de la Dolorosa, a la santa patrona Virgen del Rosario, confesonarios de madera (se dice así, pues confesionarios son libritos que tienen como fin llegar preparados a la confesión), un púlpito elevado y la zona del coro –que aún alberga órganos antiguos- suman valor al conjunto religioso.

Turismo Joven

La estación del tren de Pirayú es única en Paraguay, pues cuenta con dos torres. Las mismas sirvieron como mirador en época de contienda y albergaban en otros tiempos, dos campanas para dar aviso de la llegada y la partida del tren. Esa característica fue resaltada por Fátima Godoy, encargada de cultura de la Municipalidad.

Durante el paseo por la estación -en la que aún se conservan tickets de viaje y vieja correspondencia cerrada que nunca llegó a destinatario- los activistas de "Pirayú en Bici" -que forman parte del programa Turismo Joven- brindaron un desayuno tradicional con chipa manduvi, cocido y frutas de estación.

Los integrantes de la organización participan activamente en la generación de ideas y en la producción de eventos en la ciudad. Para el 7 de febrero de 2016 ya tienen agendado un paseo turístico en dos ruedas por los hitos más resaltantes de la zona. La propuesta incluirá visitas guidas, una remera, almuerzo, hidratación y alquiler de bicis a precios razonables. La finalidad, además de promover el turismo, es la de recaudar fondos para la instauración de un centro cultural en una emblemática casona del casco urbano que sirva de vidriera para el trabajo de los artesanos. Ver más en: https://web.facebook.com/turismojovenpirayu/

Campamento histórico

Un portón y la inscripción de "Bienvenidos a Cerro León" preceden al histórico campamento. Montse Villagra, Miss Pirayu, guió a los visitantes por los dos pabellones que quedan de los 40 que en una época sirvieron a las tropas paraguayas bajo el mando de Francisco Solano López. La figura de Eduvigis Díaz, oriundo del pueblo, es honrada en el lugar.

Porfirio Acevedo, encargado del museo, comentó que un promedio de 35 personas se acercan los fines de semana. El campamento –que fuera arrasado por tropas brasileñas en busca del tan codiciado y legendario oro del Paraguay- es parada obligatoria de quienes buscan aventuras más deportivas y extremas en el Cerro Mbatovi. Las habitaciones que albergaron a los soldados y a la familia del Mariscal, el Cementerio Cue que está en las cercanías, una olvidada trinchera, también son visitados por los turistas.

La compañera de López se refrescaba en un arroyo cercano al campamento al que llegaba en su carroza. El chorro en el que se bañaba Elisa Alicia Lynch terminó llevando su nombre y hoy se conoce como Cascada Madama. La caída de agua está en propiedad privada (Estancia La Lilia), oculta por la exuberante vegetación. Sin embargo, los turistas pueden acceder al sitio poniéndose en contacto con la Municipalidad de Pirayú que hace las gestiones pertinentes para que los dueños abran sus portones.

Un pueblo que se hamaca

Erica Morán teje hamacas de manera tradicional, en los bastidores heredados de su bisabuela. Explicó que siempre busca innovar, mezclar colores, crear diseños nuevos. La artesana realizó la dotación de hamacas y colchas para las nuevas posadas turísticas promovidas por Senatur.

Si trabaja sola, le lleva una semana terminar una hamaca que vende 250.000 guaraníes. Pero ella cuenta con la ayuda de sus hijos (dos jóvenes y una niña), cuya colaboración permite que una pieza esté lista en tres días. De día hace las hamacas y a la noche realiza el crochet para las terminaciones. La jornada laboral en su caso se extiende de 7:00 a 19:00, y a veces más allá.

Su vocación de artesana es mitad herencia familiar y mitad pasión personal. Considera que es una bendición tener un trabajo que le permite quedarse en casa para velar por los suyos. Uno de sus hijos varones ya está en la universidad, sigue la carrera de fisioterapia y afronta los prejuicios y comentarios de sus amigos que dicen que eso que él hace junto a su madre es "trabajo de mujer". Pero Erica está orgullosa porque eso no lo detiene y juntos siguen con eso que le ha permitido a la familia salir adelante unida y obtener una fuente de ingreso que provee de sustento y posibilidades de educación superior.

"Te tiene que gustar", dijo la artesana ante la prensa y reconoció que sus hamacas son su pasión. Busca satisfacer al cliente en sus gustos, necesidades y posibilidades monetarias, pero que a ella le gusta mantener un estándar de calidad alto que permita que su trabajo salga al exterior y que sea apreciado en las ferias artesanales nacionales.

Para ella no hay feriado, pero reconoce que ha encontrado en la tecnología de comunicación una aliada para visibilizar el fruto de esta dedicación "Hay que entrar, es la única forma que se vea el trabajo", señaló a hablar de la era de las telecomunicaciones. Por eso preparó sus tarjetas empresariales como stickers con sus teléfonos de contacto (0983)461230 y (0531)250138.

Erica cree que la artesanía también debería contar con subsidios como los que tienen los sectores como la de los productores agrícolas o los pescadores, pues aunque trabajan todo el año, no todo el año venden sus productos.

"En invierno, ¿quién compra hamacas? Sin embargo tenemos que trabajar", remarcó al tiempo que comentó que son 3000 los artesanos nucleados en distintas asociaciones que se dedican al ao poí, al ñanduti y al trabajo en cuero.

Más datos

Ubicación: Limita al norte con el Departamento de Cordillera y el distrito de Caacupé. Al Oeste con el Departamento Central y los distritos de Ypacaraí e Itauguá. Al Sur se sitúan los distritos de Yaguarón y Paraguarí. Al Este se hallan el Departamento de Cordillera y el Distrito de Piribebuy.

Acceso: Un ramal que parte de la ruta I Mcal. Francisco Solano López en el Km. 48 del centro de la ciudad de Yaguarón. Un ramal sobre la Ruta II Mcal. José F. Estigarribia a la altura del Km. 36 en la ciudad de Ypacarai.

Arroyos: Pirayú (afluente principal), Peña, Poti'y, Madama Lynch, Ramírez y Zorrilla.

La zona céntrica tiene cuatro Barrios denominados del Nº 1 al 4. Cuenta con doce Compañías: Paso Esperanza, Tuyucuá, Taba i, Potrero Avendaño, Costa H?, Cerro Verá, Azcurra, Ykuá Ka?, Arroyo Servin, Yaguarón Yurú, Cerro León y Ka'aguy Potî.

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