"Everyday is like sunday" (Todos los días son como un domingo) era el himno más inevitable y esperado de vibrar y corear por los más de 5 mil espectadores que acudieron el domingo pasado al show de Morrissey, en el Yacht, gracias a que la situación climática obligó a aplazar el concierto por un día. Y ese día fue grandioso para ir a ver y escuchar al ex The Smiths.
El hit de su álbum debut como solista, "Viva Hate" (1988), sonó a mitad del recorrido musical, tras una interesante intro en piano, con cierto impulso punk, y una frase en español insertada en el estribillo: "tell me cuando, cuando, cuando". Fue un instante especial, tan nostálgico, justo después de las crudas imágenes que imponía "Meat is murder" (1985), de su memorable banda, con un sangriento y cruel paseo a los mataderos y laboratorios, que al final interrogaba en la pantalla: "¿Cuál es tu excusa ahora? La carne es asesina".
Junto al día de domingo, el veganismo radical de Morrissey, de 56 años, expresado en respeto a los animales y en que las lomiterías estuvieran a dos cuadras del Court Central, marcaron los comentarios y el humor.
Steven Patrick Morrissey arrancó a las 20:30, tras un video de media hora que repasaba inspiradores pasajes de su trayectoria musical. La apertura tuvo la intensidad de los clásicos "Suedehead" y "Alma Matters". Asimismo, la hora y media de show fue un paseo a distintas etapas, resaltando cortes de su reciente material, "World Peace Is None of Your Business" (2014), su décimo disco, un tanto reflexivo e introspectivo.
Pero, en contrapartida, esa voz intacta de los '80, esa compostura tan inglesa (solo moderaba hacia el final, cuando se sacó la camiseta y estrechó manos), con una banda prolija y cargada de distorsión (algo ruidosa, al comienzo), redondearon una noche de rock, en la que no faltaron otros éxitos como "First of the gang to die" o "Kiss me a lot"; hasta la memoria ansiada de The Smiths con "What she said", "The Queen is dead", y el potente bis con "This charming man", precedido de un escueto mensaje de paz, amor a la madre, a los animales y un "los amo" final (todo en inglés) de parte de Morrissey.