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LONDRES.
Anheuser-Busch InBev anunció el jueves que planeaba buscar la venta de varias marcas de primera de SABMiller, como Peroni y Grolsch, con la esperanza de apaciguar las inquietudes regulatorias por la fusión anunciada de las cerveceras, con un valor de 105,000 millones de dólares.
La medida es la segunda venta de bienes más grande que han anunciado las compañías, que están tratando de crear un gigante de la industria con ingresos anuales de unos 64,000 millones de dólares y que representaría casi 30 por ciento de la venta de cerveza en todo el mundo.
Esta fusión le daría a Anheuser-Busch InBev, de por sí la cervecera más grande del mundo, una operación sustancial en África, donde ahora tiene poca presencia, y mayor dominio en América Latina.
En noviembre, SABMiller anunció que vendería su interés de 59 por ciento en MillerCoors en Estados Unidos a Molson Coors Brewing, socio de empresas de riesgo, por unos 12,000 millones de dólares.
La transacción incluye los derechos globales de la marca Miller, así como los derechos para vender Peroni y otras marcas en Estados Unidos. Haría de Molson Coors la segunda cervecera más grande de Estados Unidos, después de Anheuser-Busch InBev.
El jueves, Anheuser-Busch InBev anunció que trataría de vender las marcas Peroni y Grolsch, y sus negocios asociados en Gran Bretaña, Italia y los Países Bajos. También señaló que tratará de vender Meantime Brewing Company, cervecera artesanal británica que SABMiller adquirió en mayo.
"Cualquier venta incluiría una o más de esas marcas y negocios y estaría condicionada al cierre de la adquisición de SABMiller", indicó Anheuser-Busch InBev en un comunicado de prensa.
El anuncio se hizo a raíz de que reportes de prensa del fin de semana indicaron que Anheuser-Busch InBev estaba considerando vender las marcas Peroni y Grolsch para tranquilizar a los reguladores.