Por: Will Larroza
@Wilpagliaccio
Un pesadísimo tráfico poslaboral fue el preludio para miles de personas que se acercaron hasta el Centro de Convenciones de la Conmebol, con ganas de formar parte de la historia del rock escuchando a la agrupación Creedence Clearwater Revisited.
Las primeras notas se escucharon en los equipos sonoros de la mano de la banda local Backline, que con Diego Oddone en la voz, Adans Lezcano en la guitarra, Santiago Jara en la batería, Enrique Villamayor en el teclado y Jorge Ruiz en el bajo, brillaron con covers de temas que hicieron leyenda como "Bohemian Rhapsody" de Queen, "Livin' on a Prayer" de Bon Jovi, "Jump" de Van Halen, "Sweet Child o' Mine" de Guns 'n Roses, "Rock and roll" de Led Zeppelin, "The Final Countdown" de Europe entre otros, formaron parte del telón de apertura de la noche.
Para cuando la banda culminó su recital, a las 21:30, el recinto ya estaba repleto de fans ansiosos de ver a los músicos que entregaron hits por más de 50 años.
Cuando a las 22:00 se apagaron las luces, todos se pusieron de pie, y ante una ovación completa. Doug "Cosmo" Clifford (baterista), Stu Cook (bajista), Kurt Griffey (guitarrista principal),
Steve "The Captain" Gunner (tecladista), y John "Bulldog" Tristao (guitarrista y vocalista) entraron al escenario sin pretensiones, y sin más preámbulos comenzaron el show con la interpretación de "Born on the Bayou", la melodía simple del primer clásico de la noche despertó el grito de aprobación de todos los presentes, que no pararon de aplaudir y bailar durante toda la noche.
A ese tema le siguió "Green River", dejando en claro, que la banda no tiene más que éxitos eternos en su repertorio. Tal es así, que incluso los que no sabían inglés corearon "Lodi", "Commotion", "Who'll Stop the Rain", y "Susie Q", para tener las palabras de Stu Cook, quien aseguró que estaba contento de estar en Paraguay, y formar parte de la comunión del rock que congregó a fans mayores, como a los que dan sus primeros pasos en los acordes de este estilo musical.
Y tal cual, esa comunión se veía completamente tangible, cuando sonó "Hey tonight", y la Conmebol se convirtió entonces en un salón de baile, de aquellos que los fans más antiguos acudían en varios puntos del país, y en los cuales no podían faltar Creedence entre sus celebraciones. Bailes del estilo campirano, e incluso añejos se convirtieron en la coreografía común, que hacía a los más jóvenes, recrear lo que sus antecesores conocieron como sinónimo de música para festejar.
Continuó la noche al sonido de "Long as I Can See the Light", "I Put a Spell on You", "Down on the Corner","Lookin' Out My Back Door", "I Heard It Through the Grapevine", y antes de continuar la lista, Kurt Griffey, Stu Cook, y Doug "Cosmo" Clifford se encargaron de hacer grandes solos con sus respectivos instrumentos, incluso haciendo pequeños guiños a otras grandes canciones como "All Along the Watchtower" de Jimi Hendrix o "Smoke on the Water" de Deep Purple, contemporáneos de los músicos.
Un éxito tras otro formaba parte del setlist, que posteriormente incluyó a "Midnight Special", "Bad Moon Rising", "Proud Mary", y "Fortunate Son". Tras un breve descanso, y con la euforia de la gente en su cúspide, la banda volvió con los himnos "Have You Ever Seen the Rain?", "Travelin' Band", y "Up Around the Bend", para drenar hasta la última lágrima de goce de quienes esperaron a esta agrupación desde siempre. Claro, más temas podían incluirse, quizás, hasta una hora y media resulte poco para un grupo que dejó un legado inmortal en la historia del rock and roll, y que es capaz de unir a familias enteras para corear canciones que son capaces de acompañar cualquier momento de la vida.