Jorge Zárate, jdzarate@gmail.com

"Todas somos mamás de angelitos", dice Patricia Coronel con una sonrisa, portando una veintena de globos rosados inflados con gas. Los reparte a otras, en su mayoría mujeres, para expresar y compartir, hacer público un dolor que la sociedad generalmente invita a esconder. Ella habla desde sí misma, como mamá de Izabella, una beba que nació con problemas y estuvo un año y dos meses peleando en una cuna de terapia intensiva, hasta que falleció.

"Es una pérdida indescriptible para nosotras, para las que perdieron su hijo en la panza, para las que los vieron nacer e irse rápido, para las que tuvieron que enterrar a un niño menor de 10 años", comentó.

A su lado, Dora Rodríguez explica que están construyendo un grupo de ayuda que "viene conteniendo a muchas mujeres especialmente, y estamos en proceso de concretar una fundación", anticipa.

"Nos miran desde el cielo", dicen las remeras que portan las activistas de esta campaña especial que se desarrolla en el mes de octubre, porque el 15 pasado fue el Día de los Bebés Nonatos.

Es el resultado de un movimiento mundial que pelea por los derechos de los chicos que no han nacido, que comienza a tener repercusión en el país. Por lo pronto, la Municipalidad de Asunción declaró el evento de la suelta de globos de interés municipal.

"Es como mandarle un mensajito a nuestros hijos en el cielo", dice Cintia Román mientras escribe una pequeña leyenda en el globo. Se da la cuenta de tres y los globos ascienden con la silueta de los edificios del centro como fondo.

"Nos falta mucho para poder llegar a la ley, pero estamos dando pasos importantes y eso nos hace muy felices", dice Patricia, con Benjamín en brazos. El bebé tiene 5 meses y es maravilloso cuando se iluminan mutuamente los rostros.

"Estoy segura de que algo tuvo que ver Izabella", comenta, y no suelen quedar opciones ante la fe.

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