Por Josefina Bauer, Socia del Club de Ejecutivos del Paraguay
Si pudiera catalogar el mayor problema que existe hoy en día en cualquier empresa, sin duda me jugaría a decir que es la comunicación. La cantidad de herramientas que tenemos para comunicarnos hace que cada vez nos entendamos menos. Y hace compleja la relación intersubjetiva, incluso el diálogo.
El sábado estábamos con mis compañeras de baile por empezar el ensayo y surge una pregunta: "¿El siguiente baile es con championes o con zapatos?", a lo que le respondemos que con zapatos y ella dijo "ah genial, entonces me quedo así" (y estaba con los championes puestos)
Parece una ironía que uno diga algo y el otro entienda otra cosa totalmente diferente. Pero es así mismo como sucede todo el tiempo!
Hay muchos factores para que esto suceda, aunque el principal es que no estamos PRESENTE. Estamos pensando en otra cosa en la medida que nos hablan, entonces retenemos la mitad y de lo que retenemos son puras interpretaciones sobre lo que nos están diciendo.
Evitar los pensamientos es un imposible, evitar que una persona no tenga al menos cinco conversaciones a la par también es otro imposible, dado que recibe mails y chats continuamente.
Hice el ejercicio de pedir algo específico a una persona de mi empresa y pedirle que me repita el pedido…. La respuesta fue tan increíble como el ejemplo del champión… no entendió ni la mitad de lo que le había pedido. Por ende, iba a hacer lo que ella creía y no lo que yo pedía.
Dicen que si una mujer te dice "haz lo que quieras" justamente tenés que hacer lo contrario, quédate quieto, no respondas y ni siquiera respires… y si bien, lo tomamos como chiste, las mujeres tenemos esa etiqueta de no decir lo que queremos realmente, dado que el hombre tiene que entendernos y comprendernos, ya que nos conoce… pero qué locura!! Y qué prejuicio discriminatorio!! ¿Por qué no podemos decir lo que queremos? ¿No sería mucho más fácil la vida y nuestras relaciones si decimos exactamente lo que queremos y lo que esperamos del otro?
Cuando las personas renuncian a sus trabajos generalmente renuncian al jefe y no a la empresa, y me pregunto ¿Cuántas veces estas personas comentaron claramente cuál era su sentir en la empresa? ¿Qué estaban esperando?, ¿cómo podrían estar mejor? Y probablemente la respuesta sea "nunca", porque queremos que el otro se dé cuenta… pues bien, los otros no nos damos cuenta! Entonces seamos claros con lo que queremos.
Y otro tema… tenemos miedo de preguntar, tenemos incorporado el tabú de que el que pregunta es tonto… ¿cómo vamos a entender lo que el otro quiere si no preguntamos?, ¿por qué no podemos preguntar si no nos queda claro? ¿No sería mucho más fácil preguntar en vez de hacer mal las cosas y tener que rehacerlas?
Entonces nos decimos y repetimos constantemente con mi socia: "uno dice lo que dice, el otro escucha lo que escucha", porque definitivamente no entendemos lo que el otro nos está diciendo.
Te propongo que esta semana le hagas repetir a la otra persona lo que acabas de decir… te vas a llevar una gran sorpresa! O que estando entre varias personas quieras transmitir un mensaje a partir de la que está a tu lado a la más lejana... y veras la diferencia de su significado!
De modo que en la comunicación es necesario el aprendizaje de la claridad expresiva y esa difícil actitud de escuchar. Y más aún hoy con la ampliación virtual de los medios. Pero nacimos para habitar el lenguaje y somos "un animal simbólico".