Por Natalia Santos.

Textos de Chejov, Federico García Lorca, Enrique Buenaventura, Lope de Vega, Aristófanes, Alcibiades González del Valle, Margot Ayala, Mario Halley Mora y Tito Chamorro forman parte de el compendio que sube a escena el 17 de octubre a las 21:00, en la Sala Moliere de La Alianza Francesa. Con "Voces de Amor y Lucha, Arturo (quien es reconocido por su trabajo teatral tanto como actor como director, por las ficciones televisivas y el cine) hace su último saludo sobre las tablas y -como el dice- va a ocupar su lugar como espectador. Hasta que eso suceda, todavía está empapado de teatro y junto a Margarita Irún, Alicia Guerra y Ana Ivanova está inmerso en el mundo femenino.

LN -¿Por qué mujeres? ¿Por qué estos textos?

Arturo -Esta obra tiene una historia linda. Estábamos ensayando esta obra en El Galpón de Montevideo. Lourdes García pasó por ahí, por mis ensayos, le gustó y lo comentó acá. Ahí nomás ya Margarita dijo: "Vamos a hacer esta obra. Pero resulta que Lourdes tienen muchísimos compromisos y tuvimos que prescindir de ella y así vino Ana. Son mujeres porque esto surgió como un homenaje a las mujeres a través de toda la dramaturgia universal, desde la antigüedad hasta hoy. En instancias de amor y de lucha de las mujeres, que al final, las instancias de amor y de lucha de las mujeres están desde que una niña se vuelve mujer. Están siempre, impregnan la vida de las mujeres. Por eso, hacemos esta obra. Luego está la motivación personal. Yo quería terminar mi carrera en Paraguay. Así lo había decidido. Y justo la iba a terminar con "La última sesión de Freud" (con José Luis y Pabloo Ardissone), pero llegó esta (obra) y ahora sí ya dejo el teatro. Me convertiré en espectador. Por eso estamos haciendo esto acá en Paraguay con este elenco. Pero yo quiero decir que nunca pensé terminar mi carrera de una manera tan lujosa, con estos textos, con estas actrices y acá en Paraguay.

La conversación continúa con Margarita Irún, quien además de extenso e intenso trabajo teatral protagonizó con otras grandes figuras la película "Felipe Canasto", de Darío Cardona.

LN – Margarita, tu quehacer está muy ligado al teatro de texto, al teatro clásico.

Margarita -Yo vengo del teatro clásico. He interpretado a la mayoría de los clásicos de la mano del Ateneo y del Arlequín. Hoy, estoy recuperando un poco de todo esto, ese acervo que llevo, con estas niñas que las doblo en edad. Es bueno tener gente joven alrededor. Si bien ellas no han hecho lo que yo, entraron en el contexto de todo lo clásico de manera maravillosa, espectacular. No es fácil. Es un gran desafío. Si bien son fragmentos, en dos tres minutos que dura el fragmento se debe transmitir absolutamente todo lo que la obra significa, lo que encierra ese personaje y tratar de plasmar esa vivencia. (…) Pasamos de una cosa a otra y eso es muy difícil, muy difícil. Me resulta mucho más fácil hacer la obra entera cargar un personaje durante una hora sobre las espaldas, pasar todo lo que el personaje puede dar; pero acá se hace mucho más difícil.

LN – Con Alicia Guerra retoman un texto que ya las había reunido antes.

Margarita - Hacemos Ramona Quebranto. Una de las primeras obras con las que vino Alicia a tropezarse en mi vida. Entrañablemente la admiro a Alicia. Me parece uno de los valores subrayados del teatro paraguayo y siempre quiero tenerla cerca. Ella hace conmigo una escena que es una batalla campal, con una musicalidad.

Ahí la grabadora gira y se dirige a Alicia Guerra, protagonista de varias obras y de ficciones como González vs. Bonetti y La Chuchi.

LN -¿Cómo es recuperar una obra hecha anteriormente desde otro ángulo, con otro personaje? Siempre es un desafío. Margarita hacía la Ramona Mayor, y yo la Ramona Joven. Esta vez me toca hacer de Petrona. Esta escena la tenía yo (como Ramona) con Petrona, que era Miriam Sienra Zavala. El texto queda tan adentro en la memoria que el personaje de Ramona vuelve y me viene más la letra que decía que la que tengo que decir. Claro, mi guaraní es el guaraní aprendido para la ocasión. Es una obra que quiero mucho también. Estuve muy feliz al saber que Arturo quería también introducir textos paraguayos en este proyecto.

Arturo interrumpe comenta que Alicia está en escena todo el tiempo hasta el final, que en "Voces de Amor y Lucha". Ella sonríe y muy bajito dice que el público, sus compañeras y el director tendrán que soportarla más tiempo. Margarita sonríe y con mucha seriedad lanza al aire que esos son juegos de modestia: "No existe la humildad en el artista".

Al retomar la conversación hablamos con Ana Ivanova, quien ha trabajado con muchos directores del medio y que se hizo querer con papel de mamá en "Santa Cumbia".

LN -¿Tu trayecto dentro de esto, Ana?

Ana: Yo vengo como por accidente, como por regalo (para mí) a este grupo. Anteriormente el elenco estaba conformado por Margarita, Lourdes García y Alicia Guerra, que habían hecho juntas "Actrices con oficio". Es Lourdes la que trae este proyecto y por cuestiones laborales no puede cumplir. Para mi es una oportunidad de aprender. Me toca trabajar con Margarita, Alicia y Arturo en esta despedida. Siempre es un privilegio subirse al escenario, y más con este mega elenco. Es un desafío porque pareciera que hacer fragmentos es más sencillo, pero es hacer la síntesis del personaje y del dramatismo de esa obra. Coincido plenamente, el clásico es un texto universal. Puede estar escrito en una manera en la que ya no se habla probablemente, pero el contenido, las inquietudes de estas mujeres representan las de cualquier mujer contemporánea. La realidad de las mujeres, a pesar de que cambió mucho con las reivindicaciones, en algunas situaciones siguen siendo la misma. Todos estos textos son eternos, se circunscriben en la existencialidad de las mujeres. Una madre, una Yerma, una Rosita, una Nina, una Lynch, en algún momento develan una realidad, no es un texto viejo.

Para terminar volvemos a Arturo.

LN-¿Qué se va ver en esta puesta?

Arturo -Estos textos extraordinarios y estas actrices que dejan la vida en esto. Cuando se hace clásicos -y sobre todos si es tragedia- no se puede hacer de taquito, hay que meterle tripas, corazón, sangre, y agotarse. No hay otra manera de hacer este tipo de teatro. Será un desfile de mujeres -algunas heroínas otras no tan heroínas-, que han defendido su razón de vivir. Han defendido el amor con su lucha. Eso es lo que se va a ver, con grandes actuaciones, en un marco visual hecho por Ricardo Migliorisi, que es realmente inmenso y está a la altura de estos textos. Los vestuarios se cambian muy rápidamente. No se puede hacer un vestuario entero, se hace con fragmentos también, como la obra. Yo estoy muy satisfecho de este trabajo, y agradezco a quien tenga que agradecer el hecho de tener este elenco y de poder hacer estos textos, que fue mi sueño durante toda la vida.

Dejanos tu comentario