Por Óscar Gómez

El resultado conseguido en la ida (3 a 2 en Santiago), al Gumarelo ya lo puso con un pie y medio en la siguiente fase de la Copa Sudamericana y el gol de Rodrigo López a los 17 minutos de la primera mitad ayer en Tuyucuá, terminó por sentenciar definitivamente la clasificación albinegra, pero a su vez hizo que el partido se torne extremadamente aburrido, más allá de la tibia intención del cuadro chileno de ir al frente.

Aburrido porque con el resultado a su favor, Libertad ya no quiso arriesgar, por lógicas razones y reguló en su ritmo y propuesta. Prefirió cederle la posesión del balón a los chilenos, que estaban necesitados; y se replegaron bien atrás, buscando conseguir alguna contra para aumentar el marcador.

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Los cruzados intentaron. Por todos los medios trataron de llevar peligro al arco defendido por Rodrigo Muñoz, pero era imposible. Al menos en el juego de ayer, la Universidad Católica en ningún momento representó un peligro para los dirigidos por Éver Hugo Almeida.

En el segundo cuarto de la complementaria, los chilenos se animaron un poco más y algunas desatenciones gumarelas en el fondo, permitieron que por lo menos se aproximaran con algún peligro, pero nunca fue nada concreto. Cuando más se acercaba el final del partido, la impotencia crecía en los cruzados y por eso Maripán y Medel fueron expulsados, tras entradas bruscas sobre sus rivales.

Libertad ya tenía asegurada la clasificación desde aquel golazo de tiro libre convertido por Jorge Recalde, que ayer otra vez fue un punto alto, cerca del final en el juego de ida y dio vuelta un 2 a 0 que parecía irremontable tras el pobre primer tiempo en el San Carlos de Apoquindo, dejando así completamente por el piso el ánimo de los chilenos.

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