Platini y Juncker reconocieron igualmente que la propiedad de jugadores por terceros suscita dudas sobre "blanqueo de dinero y otras actividades ilegales, además de ir contra los principios éticos y de Derechos Humanos".
"Estoy contento con que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y yo tengamos tantos puntos en común", comentó Platini. "Se ha tomado muy en serio los problemas abordados y deseamos poder trabajar juntos en el refuerzo del fútbol europeo dentro y fuera del terreno de juego", apuntó.
La UEFA y la FIFPro, sindicato internacional de futbolistas profesionales, recurrieron a la Comisión Europea en abril para que se declarara ilegal la propiedad de jugadores por terceros (TPO, 'third-party ownership', en inglés).
Bajo el impulso de la UEFA, la FIFA decidió ya prohibir esta práctica a nivel mundial, con efecto a partir del 1 de mayo de 2015.
En Europa, las ligas de fútbol profesional de España y Portugal denunciaron en febrero ante la Comisión Europea la decisión de la FIFA de prohibir la TPO.
El tribunal de primera instancia de Bruselas había respaldado a la FIFA y la UEFA, rechazando a finales de julio una petición presentada por la empresa Doyen Sports Investments y el club de segunda división belga Seraing, que querían suspender temporalmente la puesta en marcha de la prohibición de la propiedad de derechos económicos de jugadores por terceros.