Por Viviana Miranda - vivianamiranda@lanacion.com.py

En el año 1994, un grupo de supermercadistas chilenos con presencia en otros países de la región arribó al país en busca de ampliar su red en Paraguay. En aquel momento, Tomás Dávalos, actual propietario de Hipermercados Pueblo, todavía no estaba al frente del negocio, pero sí estaba a cargo de los proyectos y construcciones que se llevaban a cabo. Poco tiempo después, adquirió las utilidades de la empresa y recuerda que representó para él uno de los desafíos más importantes en su vida.

En la actualidad, Dávalos cuenta con 4 hipermercados distribuidos en Asunción y Gran Asunción, y posee otras 18 propiedades, donde proyecta habilitar otros, pero ya en formato de supermercados. Cuenta con un staff de 820 personas, en tanto que para el próximo año pretende duplicar la cantidad de colaboradores con la habilitación del Paseo San Vicente, ubicado sobre General Santos casi Pirizal.

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Asimismo, el empresario indicó que el tráfico ilegal sigue afectando con fuerza al sector.

-¿Desde hace cuánto tiempo está en el rubro del supermercadismo?.

-Más o menos por el año 1994 conocí a un grupo chileno muy exitoso, en realidad el grupo era liderado por una persona muy inteligente, uno de ellos me invitó a formar parte de su proyecto en Paraguay, porque ellos ya tenían en Chile, tenían en Perú y Ecuador y querían instalarse en Paraguay y como que teníamos muchos puntos de vista en común, decidimos asociarnos estratégicamente para desarrollar los supermercados en Paraguay. Yo participaba en la parte inmobiliaria, yo le construía los supermercados y ellos explotaban.

Posteriormente, ellos se retiraron del mercado, se vendió a otro grupo, en ese ínterin, se decidió que uno de los locales del grupo ya no iba a seguir operando en Fernando de Mora, y como yo ya había aprendido muchísimo con ellos, ya tenía puertas abiertas en Chile. Entonces, decidimos montar por nuestra cuenta el primer supermercado que hoy va a sufrir varias transformaciones que serán muy importantes, vamos a tener un paseo, ya tenía que haber estado, pero paramos un poco porque seguimos comprando propiedades adyacentes y ya vamos a comenzar la posición del nuevo supermercado Pueblo que no sabemos cómo se va llamar y que va tener el mismo estilo.

-¿Cómo creció la cadena Pueblo a través del tiempo?

-Trabajamos muy bien gracias al apoyo de los proveedores, formamos personal propio con gerenciamiento con gente que se formaron dentro de la casa. Actualmente, queremos recordar que los gerentes nuestros de los locales son todas personas que comenzaron de abajo, son gente que entraron como limpiadores y hoy son gerentes. Entonces, la idea central, mi filosofía es que el limpiador no puede ser siempre limpiador. Un día me reuní con ellos y les dije ustedes no pueden ser limpiadores siempre, van a aprender sobre computación y otras cosas. Es esa mi preocupación principal, que la gente vaya evolucionando, por eso tenemos delincuencia, porque no hay oportunidades para los chicos.

Como grupo ya estamos completando 4 hipermercados, y tenemos otros 18 puntos en dónde queremos instalarnos, pero en formato de supermercado.

-¿Cuál es la filosofía de la empresa y cómo se aplica con los funcionarios?

-Lo hacemos mediante capacitaciones, y trabajar fundamentalmente en la formación, porque lo fácil no siempre es un buen compañero. Mientras uno estudia y el otro está por ahí, seguro que el que estudia va a salir adelante. Tenemos muchos casos. Entre ellos los albañiles que necesitan 5 ó 6 años, acá en 180 días ya tenemos porque le decimos al jefe, a este lo quiero ver como oficial. Pueden ver a muchos jovencitos que ya son maestros albañiles.

-¿Cuál debería ser el espíritu de un líder y cómo debe aplicarlo con los demás?.

-Dar, tratar de ser el ejemplo, porque la inteligencia es muy importante, pero yo creo que la tenacidad está encima de la inteligencia. El mundo es de los tenaces, los que tienen aguante, porque mucha gente no sabe lo que puede hacer porque nadie le dio la oportunidad y para mí es un juego, dar la oportunidad de la gente.

Actualmente, estamos haciendo un importante trabajo en Curuguaty, donde anteriormente no había nada. Estamos haciendo un jardín de tomates, queremos contribuir en la lucha contra la pobreza en la zona. Queremos enseñar. Yo siempre digo, a ellos se les da la tierra, se les da camino, energía eléctrica, sin embargo no se enseña cómo hacer. Además son absorbidos por cuestiones políticas y siempre están en el vyrorei. Ahora estamos trabajando con el ministro de Agricultura, Jorge Gattini, y el ministro de Planificación, José Molinas.

-¿Cuál es el papel que cumple el empresario hoy en la sociedad?

-Yo creo que el cambio no puede venir desde abajo, siempre debe venir desde arriba, nuestras autoridades deben ser ejemplo. Los empresarios deben ser ejemplo, el que más tiene debe ser ejemplo para poder convencer a los que tiene menos. Nosotros vivimos en un país muy informal, no tenemos mucho tiempo para cambiar, hoy podemos todavía cambiar el lugar donde vivimos y dejar un espacio habitable para las próximas generaciones.

Pero qué pasa, que los cambios deben venir de nuestras autoridades en primer lugar, y de los empresarios. ¿Por qué vienen empresas del exterior a instalarse y son muy exitosas? Porque nuestros recursos dan. Acá las cosas que deben ser destinadas a los pobres son destinadas para otros menesteres, y encima le sacan otra vez.

-¿Cómo sigue golpeando el contrabando a los supermercados?

-Es grande lo que afecta, pero tenemos que entender que estamos frente a una realidad, primero nuestra incapacidad de contener el contrabando y pasa que una persona de escaso recurso busca su conveniencia, el contrabando grande no lo hace esa persona, lo hacen grandes grupos. El contrabando no bajo nada, porque los grandes conductos siguen abiertos.

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