El azar del sorteo recayó en la persona de Javier Díaz de Vivar para ser el árbitro del superclásico del fútbol paraguayo, el próximo sábado en Ciudad del Este.

Para el sorteo de ayer, se implementó un nuevo sistema que consiste en la participación de un periodista invitado (esta vez fue Bruno Pont), encargado de extraer las bolillas.

Según la Comisión de Árbitros, el mecanismo continuará en lo sucesivo, con periodistas e hinchas que quieran participar del mismo.

Los días previos, los dirigentes de ambos clubes tiraron algunas perlitas contra algunos jueces que sonaban como candidato a conducir el juego entre los tradicionales rivales, entre ellos estaba el nombre del ahora designado. Es más, un directivo azulgrana dijo que el árbitro Mario Díaz de Vivar tiene un parentesco con Javier Díaz de Vivar, vicepresidente de Olimpia, creando una suspicacia.

En tanto, en el sector franjeado pidieron árbitros de experiencia, porque el rival entrará a patear.

De todos estos comentarios, el árbitro en charla con la prensa, apuntó: "Nunca hablé con Javier Díaz de Vivar, la primera vez que lo vi fue en el partido entre Olimpia y Crucero del Norte. No sabría decirte el grado de parentesco con Javier Díaz de Vivar, los hermanos de mi padre son mis parientes, pero nunca hablé ni traté con él", explicó al juez del clásico.

En cuanto a la responsabilidad que implica dirigir un clásico, dijo Mario Díaz de Vivar: "Yo me baso en las reglas, esa es nuestra biblia. Si vamos al caso, en todos los partidos existe presión. Hay que tratar bien a los jugadores, ellos también deben respetarnos, tenemos que erradicar la violencia".

Mientras, destacó que para él todos los compromisos son como finales: "Todos los partidos tomo como una final, a veces cometemos pequeños errores porque somos humanos. Ellos (los jugadores) saben cuál es su trabajo, nosotros el nuestro", agregó.

Díaz de Vivar comentó que llegó a jugar fútbol, pero de manera amateurs, además aseguró que su familia es su respaldo, pero no va a la cancha.