Asunción, Paraguay | AFP |
El fervor por la Virgen de Caacupé, patrona de Paraguay, se remonta al siglo XVIII cuando empezó a ser venerada por un indio guaraní que prometió tallarla a partir del tronco de un árbol que lo cobijó cuando era perseguido por tribus rivales.
El templo, donde ofició una misa el papa Juan Pablo II durante su visita en 1988, se erige detrás de los cerros de la Cordillera de los Altos y es ese precisamente el significado en guaraní (detrás del cerro), lengua oficial con el castellano en este país de siete millones de habitantes.
La Virgen atrae a unos dos millones de fieles cada 8 de diciembre, día de la fiesta de la Inmaculada Concepción, que se celebra desde tiempos de la colonia.
De apenas 90 centímetros de altura, revestida de oro, diamantes y esmeraldas, la imagen está protegida en el altar entre vidrios.
Se trata de la imagen tallada por el indio José, quien dijo que se encomendó a la Virgen María para salvarse de los nativos de una tribu rival escondiéndose detrás de un árbol, el cual le sirvió más tarde para hacer su obra.
De Caacupé a Buenos Aires
Argentina, donde viven más de dos millones de paraguayos y sus descendientes, no es ajena al culto a la virgen.
Jorge Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires llevó hce 18 años la virgen de Caacupé a la parroquia de la Villa 21, que lleva el nombre de la milagrosa paraguaya en uno de los barrios más pobres de la capital argentina.
El Papa le dedicó elogios a la virgen en 2010 en una de las tradicionales visitas de la imagen mariana guaraní a Buenos Aires para recorrer las villas de inmigrantes.
"Es doblemente gloriosa: por ser la madre de Dios y por ser paraguaya", remarcó en una homilía en la Catedral porteña.
Estos días los medios paraguayos recuerdan aquellas frases de Bergoglio.
"Es curioso, esto no está en el Evangelio pero está en la historia. Ella es paraguaya, es de Caacupé, y no hay paraguayo que no la quiera", expresó.
Pero sus halagos fueron más lejos: "¿Ustedes saben que en toda América la mujer paraguaya es la mujer más gloriosa?, no porque haya estudiado más que otra; porque esa mujer, la mujer del Paraguay, supo asumir un país derrotado por la injusticia y los intereses internacionales, y ante esa derrota (la mujer) llevó adelante la Patria, la lengua y la fe".
Se refería a la Guerra que entre 1864 y 1870 enfrentó a Paraguay con la Triple Alianza integrada por Argentina, Brasil y Uruguay, que diezmó a su población de hombres y tuvo que ser reconstruida por mujeres, llamadas entonces "Las Residentas".
"La Virgen, al tomar la ciudadanía paraguaya bajo el nombre de los Milagros de Caacupé, nos dice que también está dispuesta a ayudarnos a llevar adelante la Patria, la lengua, la cultura y la fe. Es la madre de la Fe", apuntó.