Atenas, Grecia | AFP |

Con un estilo desenfadado en las antípodas del de sus colegas europeos y sus críticas aceradas a la austeridad, el ministro griego de Finanzas Yanis Varoufakis es la cara más iconoclasta del gobierno de Atenas.

Este universitario trotamundos de 53 años, quien acusó el sábado a los acreedores de su país de "terrorismo" y de querer "humillar a los griegos", que se pronunciarán este domingo en un referéndum sobre sus últimas propuestas de reformas, ha sido un férreo opositor a los planes de rescate, pero un firme partidario de seguir en la Eurozona.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, Varoufakis "es una persona inteligente, no siempre fácil, pero inteligente".

Varoufakis se ha definido a sí mismo como "marxista ocasional" en su blog, una descripción que no contiene los numerosos matices del pensamiento de este "economista por accidente", aficionado a los lemas sorprendentes.

Hiperactivo en el debate público, Varoufakis ha hecho oír sus diferencias que también cultiva en el aspecto personal: cabeza rasurada, mandíbula cuadrada y camisas floreadas.

Formado en Reino Unidos donde fue docente, este profesor universitario de 53 años vivió varios años en Australia, fichado por una universidad conservadora que quería "expulsar a otro candidato cuyo mentor pasaba por ser un peligroso izquierdista", cuenta en su blog para subrayar la ironía de la historia.

Para "escapar" del liberalismo tras la tercera reelección de Margaret Thatcher, se fue a Sídney.

"Más tarde", "me trasladé a Grecia para convertirme, imprudentemente pero de manera totalmente oficial en asesor de Yorgos Papandreou, cuyo gobierno iba a iniciar el paso de Grecia por el infierno unos años más tarde", relata, refiriéndose al primer ministro socialista que debió dimitir en 2011, tras querer organizar una consulta similar al referendo previsto para este domingo.

Tras esta primera incursión en política, entre 2004 y 2006, en las filas de los socialistas griegos que estaban entonces en la oposición, Varoufakis se convertiría en uno de los críticos más virulentos de su gestión de la crisis.

Fue el propio Papandreou el que en 2009, cuando era primer ministro, se resignó a pedir ayuda a la UE y al FMI porque Grecia estaba aplastada por su deuda.

Europa más solidaria

Yanis Varoufakis fue uno de los primeros en advertir del riesgo de impago de su país, actitud que le valió el mote de "Dr Doom" ("Dr. Catástrofe").

En 2012 tuvo que irse de Grecia ante las amenazas que recibió por sus constantes críticas a la estrategia de los planes de rescate, que se vieron acompañados de una austeridad draconiana.

Pese a su exilio en la Universidad de Texas, el economista no dejó de ser una figura en el debate sobre Grecia, al que los periodistas recurren cuando buscan un punto de vista crítico.

"¿Por qué nos han forzado a cerrar los bancos? Para infundir miedo en la gente. Y cuando se trata de extender el terror, a ese fenómeno se le llama terrorismo", declaró al diario español El Mundo, al hablar de la política supuestamente dirigida por los acreedores de Atenas, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Unión Europea.

Sea cual sea el resultado del referéndum del domingo, los bancos del país reabrirán y habrá un acuerdo con los acreedores, aseguró Varoufakis.

"Sea cual sea el resultado del referéndum, el lunes habrá un acuerdo, estoy completa y absolutamente seguro. Europa necesita un acuerdo, Grecia necesita un acuerdo, así que llegaremos a un acuerdo", afirmó.

Varoufakis siempre ha dicho que salir del euro sería peor que mantenerse en la Eurozona, ya que la inevitable depreciación de la dracma, la antigua moneda griega, llevaría a una "transferencia masiva del poder" de los más pobres, cuyos ingresos y ahorro no valdrían más nada, hacia los más ricos, que habrían puesto sus euros a buen recaudo.

Déjanos tus comentarios en Voiz