El mapa es obra del alemán Henricus Martellus, un cartógrafo que trabajó en Florencia a finales del siglo XIV y produjo algunos de los mejores y más detallados mapas de la época.
Uno de ellos es el de arriba, visto a través de tecnología de imagen multiespectral, que captura imágenes en determinadas frecuencias del espectro electromagnético. El mapa tal y como lo veríamos a simple vista es el de debajo.
El paso del tiempo y su deterioro habían hecho imposible descifrar su contenido. Gracias a los avances en la tecnología multiespectral, investigadores de la Universidad de Yale han podido ahora entender gran parte de sus inscripciones.
El mapa, de 182 centímetros de ancho, fue donado a Yale de forma anónima en 1962. Pero solo ha sido en los últimos años que un equipo de investigadores de la universidad ha podido realmente descubrir su contenido. Captando imágenes del mapa en 12 longitudes de onda diferentes y procesándolas con algoritmos de imágenes, han logrado revelar buena parte de sus secretos
Como explica Chet Van Duzer, responsable del proyecto en Yale, el mapa data de 1491 y muestra cómo los cartógrafos creían que era el mundo en aquella época, desde el Atlántico en el oeste a Japón al este. Está anotado con inscripciones en latín que describen diferentes regiones y sus habitantes.
Por ejemplo, una pequeña anotación sobre el noreste de Asia describe a la gente de "Balor", que "viven sin vino o trigo y subsisten a base de carne de ciervo". Otra inscripción en las regiones del sur de Asia (imagen de la izquierda) describe a los "Panotii", gente que "tiene orejas tan grandes que pueden utilizarlas como sacos de dormir".
DE ALTA RESOLUCIÓN
Michael Cummings, de Yale News, nos ha enviado versiones en alta resolución de los mapas y explica cómo algunos de estos textos están inspirados o directamente cogidos de la obra "Los viajes de Marco Polo", del siglo XIII.
Por ejemplo, el pasaje debajo avisa de criaturas monstruosas (se cree que se refería a orcas), que Martellus describió como "un monstruo marino que es como el Sol cuando brilla, cuya forma apenas se puede describir, pero cuya piel es suave y su cuerpo enorme".
Otra inscripción (debajo) avisa de "grandes zonas salvajes en las que hay leones, grandes leopardos y muchos otros animales diferentes a los nuestros".
El análisis multiespectral del mapa revela también que la forma en la que Martellus representó y dibujó África (en la imagen debajo) estaba basada en fuentes procedentes de Etiopía, en concreto, según Cummings, en "tres delegados etíopes que asistieron al Concilio de Florencia en 1441". Ese concilio fue organizado por el Papa, quien invitó a los delegados africanos.