Mónaco lució el domingo sus mejores galas para el bautizo de Jacques y Gabriella, marqués de Baux y condesa de Carladés, respectivamente.
Cincuenta y seis años después, el Principado vivía el bautismo de un heredero. Flores blancas, banderas, escudos, los carabineros de Mónaco con el uniforme de gala, 101 salvas protocolarias esperaban a los cerca de 700 invitados en su camino a la Catedral de San Nicolás.
Alberto y Charlène, con un 'look' años 50 a lo Grace Kelly, posaron con los bebés a la salida de la ceremonia. Éstos iban vestidos con sendos trajes de cristianar, de Baby Dior, y con los respectivos monogramas bordados en su faldón: dos J en el del príncipe y dos G en el de la princesa. Excepto las dos grandes ausencias, Carlota Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, que acaba de dar a luz a su segundo hijo, sí han estado la gran mayoría de los Grimaldi.
La princesa Carolina, con vestido de color lila y pamela XXL, acudió junto a sus hijos Andrea y Pierre Casiraghi y la princesa Alejandra. También estuvieron la princesa Estefania y sus tres hijos, Luis y Paulina Ducruet y la pequeña Camille Gottlieb. Beatrice Borromeo, la prometida de Pierre, lucía también un estilo Grace Kelly con vestido blanco de manga larga y sombrero.