La Paz, Bolivia | AFP |

El oficialismo y la oposición de Bolivia disputan este domingo un balotaje en los departamentos de Tarija y Beni, bastiones de sectores antagónicos al presidente Evo Morales y cuyos resultados podrían inclinar el mapa político del país.

En las elecciones regionales del 29 de marzo, los candidatos de la oposición en ambos departamentos obtuvieron precarias mayorías, insuficientes para ganar los comicios por lo que están obligados a una segunda vuelta.

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Tarija (sur), frontera con Argentina, es una región de fuerte vocación petrolera, mientras que Beni (norte), en la Amazonia, es una pujante región de relativa importancia política y económica.

El opositor Adrián Oliva obtuvo en la primera vuelta en Tarija el 45% de los votos frente al oficialista Pablo Canedo que sumó 36%. Mientras el candidato gobiernista en Beni, Alex Ferrier recabó al 41% de los sufragios frente al 31% de Carlos Dellien.

El presidente Morales llamó a votar por sus candidatos con el argumento de que trabaja mejor con sus afines.

En los comicios de marzo, el partido de Morales ganó en 5 regiones: Cochabamba (centro), Pando (norte), Chuquisaca (sureste), Oruro (suroeste) y Potosí (sur). Pero perdió las muy importantes plazas de La Paz (oeste) y Santa Cruz (este), motor del desarrollo nacional, a manos de una oposición dispersa.

En caso de un resultado adverso, la correlación de fuerzas entre el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y la oposición, fragmentada en varios partidos y agrupaciones ciudadanas, estará emparejada, para discutir en igualdad de condiciones cuestiones cruciales como una nueva ley de distribución de los recursos y las autonomías regionales.

Los comicios de marzo fueron un golpe para Morales porque además evidenció un descenso general de la votación del oficialismo respecto de las elecciones presidenciales de octubre pasado, en que logró un tercer mandato con el 61% de los sufragios.

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