La embajadora argentina en Paraguay, Ana María Corradi de Beltrán, insiste con que la instalación de la empresa Dioxitek en la provincia de Formosa, a escasos metros de la frontera con Paraguay, no representa ningún peligro tanto para los habitantes del lado argentino como del paraguayo. Señaló que no se trata de una planta nuclear, sino más bien química.

Tal postura contradice lo que la propia presidenta argentina, Cristina Fernández, había confirmado el 18 de febrero pasado, en la inauguración de nuevas obras en el marco del Plan Nuclear Argentino, que su gobierno irá "por más" en tal línea. Según reproduce la página oficial de la casa de Gobierno de Argentina, la mandataria anunció que "la construcción del reactor nuclear CAREM ya ha comenzado".

"Para los que no lo saben, porque suena como un nombre raro, ¿qué dirá esta mujer, qué será esto de CAREM? CAREM es un reactor nuclear diseñado, proyectado, no solamente el reactor sino su combustible, por argentinos, son pequeños reactores de 25 megavatios que van a permitir dar energía a las pequeñas localidades en el interior. La primera va a ser la provincia de Formosa y por eso también nos está acompañando aquí el gobernador de esa provincia. Pero también, al ser un reactor nuclear, puede ser también aprovechado para toda la industria de defensa en general", afirmó.

Corradi descartó por completo que pudiera ocasionarse algún tipo de daño al ambiente o la sociedad la instalación de la planta en Formosa. Indicó que la presidenta de la Argentina no permitiría en ningún caso, que avance un proyecto que cause algún perjuicio a la ciudadanía.

Sostuvo en tanto que se "ha considerado oportuno avanzar en la organización de una reunión de gabinete aquí, similar a la que se tuvo el año pasado en la República de Argentina".

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