POR DIEGO SANABRIA (diegointer17@gmail.com).

"Creo que el ser empresario es una de las actividades más nobles. No hay casi otra actividad que completa el círculo virtuoso, cuando una persona hace de la empresa un medio de vida, no de lucro económico. Colaborar con la sociedad, generar riqueza, dar mano de obra, tratar bien a la gente, hacer que el crecimiento de la gente sea también el crecimiento de la empresa", reflexiona Rubén Mujica, director ejecutivo del Grupo Luminotecnia, empresa líder del mercado nacional encargada de brindar soluciones y ventas de productos eléctricos de iluminación, herramientas y tecnologías para obras.

-¿Cómo nació el Grupo Luminotecnia?

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-Es la prosecución de una pequeña industria metalúrgica que se llama Artefactos SA, que nació cuando se estaba haciendo Itaipú. Comenzamos la fábrica con Gustavo Volpe, y cuando notamos que en ese rubro era muy difícil seguir creciendo avanzamos hacia el área comercial y creamos Luminotecnia.

-¿Con cuántos empleados comenzó?

-Artefactos SA comenzó con dos empleados, Lucio y Patucho, quienes hasta ahora trabajan con nosotros. Cuando en el 2011 ganamos el premio de ADEC como mejor empresa nacional, ellos subieron conmigo a recibir la estatuilla.

-Linda anécdota...

-Hay otra. El primer día de trabajo en Artefactos SA, Patucho se accidentó a la mañana, y por la tarde Lucio, por lo que debimos parar la producción por 30 días. Así fue el arranque. Si hay algún emprendedor que dice tenía una mala premonición eso me sucedió a mí. Los dos se cortaron con máquinas.

-¿Cuántos empleados tiene ahora?

-Tenemos 620 funcionarios en el Grupo Luminotecnia, en 20 sucursales, pero aparte en las otras empresas, como Distrisol, con 5 locales; Condel, la fábrica de cables, y globalmente contamos con 35 locales dentro del grupo. La primera vez que usamos el nombre de Luminotecnia fue en una casa ubicada en la calle España y América, es la casa del "Somosazo". Hoy día esa casa ya no está.

-¿Lucha porque las cosas ocurran?

-No uso la palabra "lucha" porque la misma implica ganar o perder. Yo digo "empeño". Me gusta el empeño, ya que se trata de la dedicación, trabajo, es hacer que las cosas ocurran. Me gusta la frase que dice "La mejor manera de no hacer algo es intentarlo". El que justifica que hizo todo lo posible está mintiendo, porque el que logró simplemente lo hizo. Esa es la gente que sirve.

-¿Cuáles son los conceptos que maneja?

-La "coherencia", que puede ser contradictoria porque es muy lindo ser coherente; que haya relación entre lo que uno dice y hace o que se mantenga a través del tiempo. Pero por otro lado, la coherencia puede inmovilizar. Uno puede caer en el lema de modernizarse, porque hace 20 años atrás pensaba de una forma. Otro concepto que me gusta es "la virtud y el defecto vienen en la misma cápsula". Van unidas, porque si sos demasiado coherente puede ser una virtud, pero al exagerar se puede convertir en un defecto. No es importante la virtud y el defecto, sino saber administrar ambos.

-¿Cómo define el éxito?

-El concepto éxito no me gusta porque implica pasado. Puedo decir "Yo salí campeón". ¿Olimpia es un equipo exitoso? Olimpia fue exitoso. ¿Entonces qué es el éxito? Es el pasado. Libertad, que salió campeón en los últimos dos campeonatos, ya no le sirve más. Nosotros nos basamos en la mejora continua, empeño, personas, desafíos, visión, el compromiso, todas esas cosas nos llevan adelante. El mundo es del futuro, no del pasado.

-¿La familia se involucra en la empresa?

-Mis hijos comenzaron a tener funciones estratégicas dentro de la empresa hace algunos meses. Es una etapa. Antes, ellos entraron a la firma comenzando de abajo, marcando tarjeta, pasando por reparto de mercadería, depósito y hoy somos consecuentes con eso. Ellos hoy están dando el siguiente paso, que es formar parte de la estrategia de la empresa, que me da gran satisfacción.

-¿Su esposa tuvo que ver con la compañía?

-Ella es una pieza clave, la cual descubrí hace poco. Nunca trabajó aquí, siempre se me negó, y tuvo razón porque se hubiese desgastado la relación con el trajín de la actividad diaria en función de trabajo. Llevo una relación muy intensa y sentimental con mi pareja. Yo veía de otra forma su decisión, de no querer colaborar con la empresa. Mi mayor aporte a la empresa es la visión y la coordinación de las personas para que todos busquemos el objetivo y para eso necesité y necesito paz espiritual. Soy una persona creativa y muy sentimental. Mi señora es mi fuente de inspiración, por lo tanto ella es accionista 100%.

-¿Se toma vacaciones?

-Viajamos mucho. Tengo varios hobbys. Juego fútbol, y el equipo en el que juego acaba de salir campeón en el club Centenario, participando en la categoría de 50 años y tengo 62. También me gusta el tenis y hoy día cumplo un hobby que se demoró 40 años: vuelo aviones.

-¿Cómo ve el futuro?

-Yo en dos años a más tardar puedo recibirme de empresario, que sería ver la empresa desde afuera. Mientras tanto puedo seguir siendo hombre de negocios, líder, pero llegaré a ser empresario cuando termine de construir algo que no depende de mí. Esa es una empresa, el resto es una actividad personal.

La expansión más contundente que tenemos es la del directorio, que quizás sea el paso más importante en la historia de esta empresa. Estamos en proceso de inaugurar durante el segundo semestre de este año un centro de distribución muy moderno en Ypané.

-¿Qué hace que Luminotecnia sea una gran empresa?

-La razón de ser en donde estamos hoy es haber confiado en la gente. Nosotros siempre confiamos en la gente. Los focos de desilusión son insignificantes en relación a lo otro. Si querés que alguien sea bueno, primero tenés que confiar en él. Hay que construir con la gente. La empresa es una prolongación de la vida, no es una cosa diferente. Yo siempre quise hacer algo grande, siempre pensé que en un país chico había que tener algo grande.

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