Adén, Yemen | AFP |por Jamal al-Jabiri / Fawaz al-Haidari

Hadi, respaldado por Occidente pero que dimitió ante la presión de las milicias chiitas, logró escapar este fin de semana al arresto domiciliario para dirigirse a Adén, la capital del sur del país, donde sus seguidores no reconocen el gobierno instalado por las milicias chiitas Ansarualá, conocidas también como hutíes.

"El presidente continuará con sus esfuerzos políticos para gobernar desde Adén", dijo a la prensa Abdulaziz bin Habtoor, gobernador de la ciudad después de la reunión, que incluyó también a jefes del ejército y de los cuerpos de seguridad.

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"Su prioridad es normalizar la situación de seguridad en Adén con el fin de recibir a delegados extranjeros que han solicitado encontrarse con él", agregó.

En su primera declaración tras su huida de Saná, el presidente había tildado de "nulas e ilegítimas" las medidas adoptadas por la milicia chiita.

Hadi dimitió en enero presionado por los hutíes, que controlan la capital, adonde llegaron en septiembre. Desde principios de 2015, Ansarualá se apoderó de edificios oficiales, entre ellos, el palacio presidencial.

El 6 de febrero, los hutíes disolvieron el parlamento y reforzaron su poder, pero el hecho que la dimisión de Hadi no recibiera la aprobación del Congreso, la deja al margen de la constitución.

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