Fueron sus padrinos: Roberto Enrique Viola Saporiti y Olga María Cacavelos de Viola; Silvia López Rodríguez y Roberto Duarte López. La misa nupcial fue celebrada por el padre Santiago Cacavelos, tío de Ale. El coro de la iglesia estuvo compuesto por primos y tíos de la novia, quienes interpretaron emotivas canciones. Alejandra eligió para tan especial ocasión un vestido de línea romántica de Líbano Novias , hecho en organza de seda natural con bordados de perlas. El glamoroso tocado fue realizado por Cristina Villar y consistió en un importante aplique de flores de organza y perlas del que sujetaba el elegante velo de tul de ilusión trabajado con encajes y perlas; completó su look nupcial con un ramo de gypsóphilas. El banquete nupcial tuvo lugar en el Gran Hotel del Paraguay, ambientado para la ocasión por César Royg, quien también se encargó de montar una gran mesa de dulces, trufas y bombones. La cocina del hotel proveyó el buffet tipo americano, en tanto que Luisa Vaesken preparó los souvenirs de la espléndida boda de Alejandra y Adolfo.