A poco más de 35 kilómetros de la capital está el sitio que apunta a ser un nuevo lugar de esparcimiento.

Jorge Zárate

jdzarate@gmail.com

"El buceo es algo de lo que se puede practicar de manera muy segura en este lugar", dice el instructor Raúl Santiviago, mientras va enseñando a sus alumnos las técnicas necesarias para poder sumergirse en los profundos 15 metros de la cantera de Ypacaraí. "Estamos de acuerdo en que haya tirolesa, canotaje me parece que va a ser un muy buen proyecto que estaremos apoyando", dice.

Es un día de semana normal, soleado y de lindo viento, la gente se acerca a ver el espejo de agua limpia que toma un color verde cristalino, propio de las algas que crecen en el fondo. Antonio González piensa que "puede ser muy bueno que haya aquí un emprendimiento turístico, algo para que la gente pueda entretenerse, estoy de acuerdo", comenta. "Ojalá que lo hagan, porque siempre las cosas quedan en el oparei", desconfía Claudia Riveros.

Los chicos posan las miradas en las burbujas de oxígeno que llegan desde el fondo.

"Hay muchos sedimentos, solo se puede llegar hasta los 10 metros de profundidad buceando", cuenta Iván Colmán, asistente de Aventura Extrema, la empresa que ofrece las clases de buceo en la cantera.

Verónica Ávila y María Victoria Álvarez hicieron sus primeras prácticas y exhiben la emoción de haber visto "muchos peces, nadan contigo luego", cuenta la primera.

"¡Es fabuloso!", sostiene Raúl Ávila, al quitarse los equipos de buceo. "El agua estaba maravillosa y se puede ver todo en el fondo. Hay un auto, un Honda rojo, y mucha basura que habría que limpiar, latas, botellas, hasta ropa...", contó.

Pasa por allí María Luciana Alvarenga, con su hija. Cuenta que los vecinos trabajan picando la piedra y que para ellos sería un problema que no los dejen seguir con su actividad. "Somos muchos los que vivimos de esto aquí", dice.

Lo mismo piensa Gladys González que está "rompiendo piedras" con sus hijos en la cantera. "Estas se usan para revestimiento de casas y nosotros vendemos una carga entre 350 a 400 mil guaraníes, pero después los intermediarios, gente que tiene camión o empresas, llevan y venden más caro". Raulito, el más chico, muestra la habilidad de meter el cortahierros en la veta de la piedra para ir extrayendo trozos de bellas formas trapezoidales.

Ya en la ruta se verán a montones las seleccionadas por habituales vendedores, cómo trabaja una máquina portátil en las cercanías de la cantera moliendo la piedra a un tamaño propio para la construcción, la decoración de calles interiores y jardines.

El proyecto seguramente tocará intereses que deberán sopesarse a la hora de su concreción.

"El proyecto cantera de Ypacaraí surge a partir de la problemática que se genera con el mal uso que se le estaba dando a este recurso natural tan preciado, lo cual ha acarreado la contaminación del agua, la explotación inadecuada de la cantera, ahogados por falta de señalización y control, invasión del terreno, explotación infantil y vandalismo", recordó la Secretaría de Turismo (Senatur).

Informó entonces que "se propone entre otras cosas aumentar la seguridad y control de los visitantes, acondicionamiento y limpieza del fondo de la laguna, la construcción de instalaciones seguras para la comodidad de los visitantes, y el desarrollo de actividades como el buceo, snorkel, rapel, tirolesa, stand up, ciclismo, canotaje y cama elástica flotante".

La implementación de planes ambientales para la preservación del medio ambiente se ha tenido en cuenta en la propuesta de la Senatur y por tal motivo se ha convocado la participación activa de la Secretaría del Ambiente (Seam) en la mesa de trabajo.

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