Ofrece una mezcla de modernidad con aires de ciudades del interior. Paseos culturales, históricos, de compras y ecológicos integran la variada propuesta turística de esta localidad situada entre las montañas y rodeada de cascadas. Te invitamos a conocer la capital de Minas Gerais: un maravilloso destino.

Por: Nora Vega

Situada a unos 1763 km de Asunción, la ciudad de Belo Horizonte, denominada así por su espectacular paisaje, es la primera ciudad planificada de Brasil. Se construyó hace casi un siglo como una localidad proyectada, con calles arboladas dispuestas en un diseño urbanístico octogonal y hoy día representa un valioso patrimonio arquitectónico.

Te recomendamos empezar el recorrido por las coloridas calles de Savassi, uno de los barrios más vibrantes de Belo Horizonte. Nada mejor que comenzar el día con un paseo en la Plaza de la Libertad. Sus jardines, inspirado en el palacio francés de Versalles, son una invitación para disfrutar de una agradable caminata mañanera. Desde aquí podés aprovechar para conocer los principales museos.

Para divisar toda la ciudad es necesario subir a la Plaza Israel Pinheiro, conocida popularmente como “Plaza del Papa”, que se sitúa a más de 1100 metros de altura, cerca de la base de la Serra do Curral. Desde esta privilegiada localización, la plaza es un imperdible mirador que brinda una de las vistas más hermosas de Belo Horizonte.

La gran extensión urbana de este destino tiene innumerables atractivos para quienes la visitan, pero, sin duda, uno de sus mayores encantos es el llamado “Conjunto Moderno”, creado por el reconocido arquitecto Oscar Niemeyer. El mismo incluye los edificios y jardines de la iglesia de San Francisco de Asís, llamada “iglesita”, o Igrejinha da Pampulha, en portugués, además del antiguo Casino, hoy Museo de Arte; la Casa de Baile, actual Centro de Referencia en Urbanismo, Arquitectura y Diseño de Belo Horizonte, y el Yacht Tenis Club, ahora Iate Golfe Club.

El excéntrico diseño arquitectónico de Niemeyer ha convertido a la Iglesia San Francisco de Asís en una de las construcciones más llamativas de esta ciudad. Fundada en 1943 en el barrio de Pampulha, se caracteriza por ser el primer monumento de estilo moderno en Brasil. Vale la pena visitarla.

Por otra parte, quienes disfrutan de la naturaleza estarán felices de poder conocer el Parque das Mangabeiras, que con sus 337 hectáreas es el mayor área verde de la ciudad y uno de los parques urbanos más extensos de América del Sur. Cuenta con una gran cantidad de especies de fauna y flora autóctonas.

Otro gran atractivo es la feria de artesanías más grande de Sudamérica, más conocida como “Feria Hippie”. La Feria Alfonso Pena se instala los domingos de mañana sobre la avenida del mismo nombre y en él unos 3000 artesanos exponen su arte para deleite de los turistas. Es el lugar ideal para comprar algunos recuerdos.

Comer “uma boa comida mineira”

La gastronomía típica mineira está basada en los frijoles negros, el arroz y la carne seca de cerdo asado. El queso de Minas es el más famoso en Brasil y merece un capítulo aparte. Forma parte fundamental de los desayunos, los que van acompañados por alguna confitura de guayaba. Es producido artesanalmente desde el siglo XVIII en las haciendas de la región y fue declarado patrimonio cultural inmaterial brasileño por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan).

No dejes de probar el auténtico feijão tropeiro (preparado con harina y chorizo), el torresmo y la cachaça en el Mercado Central. Este es el mejor lugar para almorzar porque el ambiente del mercado es animado y los olores intensos. Sus más de 400 tiendas venden una gran variedad de productos como hortalizas frescas, carnes, lácteos, dulces típicos, artesanías regionales, artículos religiosos, utensilios de cocina, platos y condimentos.

El Mercado Central de Belo Horizonte ocupa una cuadra entera en la región central y es uno de los puntos comerciales más visitados de la capital. Fue inaugurado en 1929 y se le considera como uno de los mejores mercados del mundo. Atención: que el lugar ofrece visitas guiadas por guías bilingües.

Además, los numerosos restaurantes ofrecen diferentes propuestas que parten de la tradicional cocina mineira hasta la más sofisticada cocina internacional. En los bares se preparan longanizas, chicharrones, yuca y los famosos pasteles de angú, mientras los restaurantes italianos y franceses reciben a sus comensales con platos refinados y aperitivos.

Por la noche, la “capital brasileña de los bares” (dicen que este destino cuenta con el mayor número de bares por habitante), tiene incontables opciones para disfrutar de la tradicional cachaça artesanal o de las sabrosas especialidades de Minas Gerais. Asimismo, que no falte la ocasión para visitar una parrillada; comer en una buena churrascaría es primordial.

Viví Belo Horizonte

Viajar a Belo Horizonte te deparará gratas sorpresas. El nombre lo dice todo: en portugués significa “bello horizonte”, porque goza de vistas privilegiadas de las montañas circundantes. Gracias a sus atractivas construcciones, sus paseos ecológicos y sus famosos bares se ha convertido en un lugar altamente turístico.

Además, si bien los brasileños se caracterizan por ser simpáticos y agradables, hay algo especial sobre los mineros que los hace aún más amigables que el resto. Descubrí la arquitectura moderna del barrio de Pampulha, relajate en el Parque das Mangabeiras o disfrutá a lo grande yendo de compras al Mercado Central. Si querés una escapada rápida, este destino es el ideal.

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