Tiene un diseño minimalista, con curvas originales y componentes que resisten a cualquier terreno. ¿Cómo y en manos de quién nació la bicicleta urbana que está dando que hablar?

Por: Micaela Cattáneo

Foto: Néstor Soto / Gentileza

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En el mundo existen muchas ciudades bikefrienly como Ámsterdam, Copenhague, Berlín, Tokio, París o Sevilla, destinos que asumen responsablemente la movilidad sobre dos ruedas. Esta revolución ciclista también se apodera de América Latina especialmente de ciudades como Buenos Aires y Río de Janeiro—, y Denis Rodríguez (24) no quería dejar a Asunción afuera.

Él es propietario de Road cycles, un negocio que fomenta el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano y, a la vez, como posible solución al tráfico vehicular y a los daños medioambientales que este ocasiona.

Partiendo de esta idea, creó un modelo de bicicleta nuevo que no sólo es una propuesta alternativa de transporte, sino una forma de contaminar menos, ahorrar tiempo y descongestionar los espacios públicos. “Quería darle un diseño peculiar, único. Por eso, dejé en voladizo el sistema de cuadro; este diseño hace que la bicicleta sea más cómoda (sobre todo en el empedrado) y de una sensación de sobrevuelo”, explica el autor.

La Model 1nombre con el que la designa— es estéticamente diferente a las bicicletas que solemos ver por las calles. Sin embargo, sus componentes técnicos la asemejan mucho al popular modelo Mountain bike. “Por la suspensión delantera”, aclara su creador. Y agrega: “Las bicis de Europa o Estados Unidos no cuentan con este componente, son más rígidas porque sus rutas son más rectas”.

Por eso, el proyecto que empezó con la esencia del ciclismo europeo— debía adaptarse a la realidad paraguaya. “Para crear el modelo tuve que pensar en nuestro clima (acá hace más calor), en el estado de las calles, en los empedrados, los baches y las pendientes que hay en las rutas”, explica Rodríguez.

De hecho, planea desarrollar una bicicleta eléctrica, que según él “tiene mayor fuerza asistida porque es de las que aguanta más las subidas y el calor paraguayo”. Y eso que no es un aficionado del ciclismo, aunque asegura que desde niño siempre anduvo en bici, “como cualquier persona”, comenta.
La fabricación
Para construir el modelo de bici de su autoría, Denis se interna desde las siete de la mañana en el taller de su padre, si es necesario hasta un poco antes del atardecer. La exactitud que maneja en los diseños es resultado directo de sus estudios de Diseño Industrial, realizados en la UNA (Universidad Nacional de Asunción) y de su interés por la ilustración.
Desde un principio, el dibujo fue su brújula, ya que le permitía plasmar todo lo que se le ocurría para las bicicletas. “Era necesario materializar esa idea en un plano, porque tenía que encontrar una herramienta con la cual curvar los caños. Y solo al mostrar el diseño, me podían indicar si había o no en el país”, detalla.
Le tomó casi un año hacer los bosquejos y las maquetas. Y cuando al fin obtuvo la primera bici física, la probó todos los días en trayectos que iban del taller a su casa. Esta experiencia lo ayudó a identificar algunos cambios que necesitaba el modelo. “Visualmente no se modificó. Pero sí tuve que ajustar algunos detalles técnicos, como la resistencia del peso. Coloqué otros refuerzos para que la bicicleta soporte fácilmente 70 kg más de lo que aguantaba antes”, recuerda.
Al momento de fabricar las bicicletas urbanas, las dificultades no tardaron en aparecer. “Tenemos poca variedad de componentes”, contesta al instante. Y explica que una bici tiene alrededor de 30 a 35 componentes, diferentes unos de otros. “En Paraguay no existe una gama media. Tenés algo muy barato y de poca calidad o algo muy caro y de mucha calidad. Por eso, mando traer algunos de Estados Unidos, China o Brasil”.
Sobre el primer envío
Su primera venta internacional se materializó luego de que unos holandeses vieran sus diseños en un blog de modelos de bicicletas. Se pusieron en contacto con él y, luego de varias preguntas, se decidieron por la compra. “Justamente, ellos me comentaron que –por momentos– la bici tenía mucho movimiento, que necesitaban que fuera un poco más rígida por el tipo de suelo que hay en su país”, señala.
Desde entonces, los encargos que llegaron de Canadá y Brasil fueron enviados con refuerzos internos para lograr esa rigidez, pero los diseños hechos para Paraguay mantienen esa flexibilidad, necesaria para enfrentar las variantes del asfalto local.
Diseño inclusivo
Además de la Model 1, la marca cuenta con otra opción más clásica denominada Model 2. “Ambas de mi autoría”, aclara Rodríguez, que próximamente lanzará una bicisilla para niños y niñas con discapacidad. “Una clienta que tiene un hijo con agenesia de campo calloso me preguntó si podía hacerla, porque él no puede caminar por sí solo”, cuenta.
Y prosigue: “Me gustó la propuesta, porque con esta bicicleta ella lo va a poder llevar en el asiento de adelante. La bici de él es muy especial porque está compuesta de pedales enfrente, por ende cuando la silla gire, los pedales también lo harán. Y este movimiento lo ayudará a la vez a hacer ejercicios”.
Para Denis es imprescindible la construcción de bicisendas que incrementen el uso de la bici como medio de transporte. Para que eso ocurra, plantea una acción concreta: “Falta que la gente se anime más a salir en bici para que el gobierno o los empresarios vean que hay una necesidad. Es una alternativa menos costosa y que ayuda al cuidado del medio ambiente. Si eso sucede, podríamos estar a la altura de las grandes ciudades”.

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