Este pasado domingo 22 de octubre, los argentinos acudieron a las urnas con una participación del 77,65 por ciento del padrón, considerado como uno de los niveles más bajos de participación desde el regreso de la democracia en Argentina, con el fin de elegir a un nuevo presidente, entre otros cargos. Los resultados arrojados por la “apatía electoral” terminaron favoreciendo al candidato oficialista Sergio Massa, que se medirá en el balotaje del 19 de noviembre a Javier Milei.
“El peronismo mostró mucho músculo electoral, ajustó su aparato, aprovecharon la coyuntura económica muy mala para hacer algunos anuncios interesantes, apuntando a la clase media alta y más baja desde el Ministerio de Economía”, comentó el enviado especial de Nación Media, el periodista y analista político Felipe Goroso, desde la ciudad de Buenos Aires, en el programa “Así son las cosas”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media. “Hay que decirlo, Milei se estancó, hay preocupación en las carpas de Libertad Avanza, sus últimas campañas en las dos semanas fueron muy complejas, con muchas declaraciones desatinadas y eso le pasó la factura”.
“El miedo le ganó a la ira o a la bronca, porque gran parte de la campaña del sector oficialista cabalgó sobre esos elementos, el miedo que podría configurar la llegada de Milei al poder o su victoria en una primera vuelta”, opinó Goroso. “Por otro lado, se debe indicar que fue muy pobre la campaña del movimiento Juntos por el Cambio, la soledad fue la única compañera de Bullrich. Nunca lograron consolidar una fuerza propia, jugaron muy mal sus cartas y dilapidaron todas sus expectativas electorales, el golpe fue muy fuerte”.
Con el 98,51 por ciento de las mesas escrutadas, Massa obtuvo el 36,68 por ciento de los votos, seguido de Milei con el 29,98 por ciento, dejando atrás a la chapa de Juntos por el Cambio de Patricia Bullrich y Luis Petri, los grandes derrotados de la contienda electoral que sumaron un 23,83 por ciento, sin posibilidades de competir en la segunda vuelta.