• POR SILDE OPORTO
  • Periodista
  • politica@gruponacion.com.py

El ex ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) José Altami­rano se presenta para pug­nar unas de las bancas en la Cámara de Senadores. En esta entrevista habla de sus pro­puestas y su objetivo al llegar a la Cámara Alta. De llegar al Senado, indicó que trabajará con el gobierno de turno en las políticas públicas y todo tema de interés para el bien del país. Como ex integrante de la máxima instancia judicial, también habló de los recien­tes escándalos que se dieron en el ámbito y sostuvo que este es un hecho bien sabido y una práctica muy común en ese entorno, pero que existen hechos muchos más graves que deben ser develados.

– ¿Cómo encara su incur­sión a la política y su can­didatura al Senado?

– Esto es una patriada para mí. Fui invitado para parti­cipar de este movimiento que se llama Compromiso Ciuda­dano y he encontrado, sobre todo por el mismo nombre que me gustó, que es un com­promiso que yo siempre con­sidero y lo he analizado. Ese compromiso con la patria es en el que hace rato que esta­mos ausentes y dije: me voy a involucrar. Estamos par­ticipando, y sobre todo a mí me alentó el hecho de tener el acompañamiento de per­sonas honorables, que es el presupuesto, para mí, más importante en este tiempo, y vamos bien, con entusiasmo y con ganas de que podamos encontrar un espacio, y tam­bién ser un ejemplo porque he invitado a muchas personas para que se lanzaran, que no se mantengan indiferentes. Siempre suelo repetir que el Paraguay nunca será dife­rente con paraguayos indi­ferentes. Tenemos que invo­lucrarnos y participar en las cosas públicas que nos ata­ñen, que nos comprometen, y esa es la actividad cívica que necesitamos.

– ¿Cuál es su expectativa con estas elecciones, con el sistema y el proceso electo­ral de Paraguay?

– Espero que esa muy buena fama que se ha ganado con mucho sacrificio se mantenga y se esmeren en que seamos realmente ejemplos. Ojalá que tengamos unas eleccio­nes limpias, ya ausentes de las trampas tan famosas, tan arraigadas en la costumbre de nuestra gente de querer hacer siempre, y respetar la volun­tad popular expresada en las urnas.

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– ¿La agrupación política no apoya a ningún otro can­didato a la Presidencia de la República?

– No apoyamos. Franca­mente, eso debe quedar libe­rado a la elección que cada persona realice. No tenemos, desde luego, candidato para presidente, sino que pujamos solamente para la diputación, el Senado y para las conceja­lías, pero para la Presidencia no tenemos. Entonces, ese punto queda absolutamente liberado. Ahora debemos ser también muy sensatos, pri­mero es procurar llegar, pero llegado al objetivo no creo que ninguno de los integrantes de este equipo técnico tenga la voluntad de ser oposición por la oposición, queremos ejercer una oposición constructiva y para eso necesitamos acordar pactos, porque en Senadores y en Diputados se manejan por bloques y tenemos que gene­rar lo más importante, que es la gobernabilidad. La goberna­bilidad, sobre bases concre­tas, sobre puntos y políticas públicas concretas, y a partir de ahí ejercer el más estricto control para la gobernanza. Es decir, son dos puntos impor­tantes, otorgar o conseguir la gobernabilidad por una parte, sobre bases bien consensua­das sobre intereses que tenga el país, que tengan relevan­cia para la patria, ahí vamos a estar y vamos a acompañar cualquiera sea el administra­dor. Pero nos interesará fun­damentalmente el control de la gobernanza, fundamental­mente de las políticas públi­cas.

– ¿Cuáles son las propues­tas para llegar al Congreso?

– Es difícil prometer, y creo que son muy falsas las pro­mesas que se realiza a partir de la posibilidad de ingresar en el Congreso. Primera­mente, tenemos que acceder y, segundo, conformar blo­ques y presentar proyectos, y nosotros vamos a acompañar en todos aquellos proyectos que correspondan a políticas públicas e interesen para el bienestar del país. Surgirán muchísimas de estas pro­puestas. Estoy seguro que en el calendario es ineludible el caso de una posible constitu­yente, y tenemos que traba­jar y ordenar las cosas, tener una agenda bien consensuada porque no podemos lanzar­nos sencillamente para hacer las mismas cosas que se están produciendo hoy y que han generado la desconfianza generalizada respecto a sus representantes. Nosotros queremos honrar la repre­sentación.

– Con respecto a la Constitu­yente, ¿cuáles son los aspec­tos que deben ser modificados de la Constitución Nacional, entre ellos podría ser la ree­lección?

– Yo tengo mucho recelo con relación a la Constituyente, hoy, porque creo que no existe un clima social de armonía, de paz, de tranquilidad. Una constitución es una cuestión muy delicada, significa pro­yectar al país a por lo menos 20 a 30 años en adelante, y no se puede ir con iniciativas alocadas, y sobre todo mez­quinaría mucho la parte de garantías de la Constitución Nacional. La parte de orga­nización del Estado, yo creo que es muy factible y es nece­sario algunas modificaciones. El caso de la reelección, para mí, es uno mínimo, no es rele­vante, y estoy absolutamente en contra de la reelección, de cualquier organización y representante. Que se pon­gan plazos razonables, nadie es imprescindible en la vida para argumentar una buena gestión, si ya hizo una buena gestión. La reelección siem­pre ha sido un gran problema, entonces hay que cortar defi­nitivamente, es una opinión.

– ¿Cuál es su opinión a todos estos escándalos que surgieron en estos últimos meses, que se dieron en torno a la Justicia?

– Me parece una actitud abso­lutamente hipócrita de nues­tra gente. Esto lo sabían todos desde hace tiempo atrás, y no solamente estas cosas, sino cosas muchos más graves. Acaso no recuerdan el men­saje de un senador a Carlos Fernández Gadea en su época, o acaso no se escucharon otras cosas. Sinceramente, si se va a escarbar estas cosas que surgieron, son cuestio­nes mínimas. Son cosas deli­cadas y tremendas que se han orquestado y se han manipu­lado. No minimizo el factor, es importante que haya suce­dido porque esto visibilizó lo que estaba sucediendo y pro­dujo efectos importantes para el reordenamiento de nues­tra sociedad, y está bien eso. Pero fue un caso hasta apro­vechado en ciertas circuns­tancias, cuando hace rato se sabía que este era el sistema que imperaba.

– Existe un planteamiento para que se elimine la repre­sentación parlamenta­ria en el Jurado de Enjui­ciamiento de Magistrados (JEM) y el Consejo de la Magistratura, ¿cuál es su opinión al respecto?

– Estoy en contra de estas cosas. Nuestras propias falen­cias no somos capaces de acep­tar y le culpamos al sistema, a la organización, pero son los hombres los que fallan, aun­que haya el mejor de los sis­temas. Pero si ponemos a las mismas personas, qué resul­tado podemos esperar. Nada. Necesitamos un saneamiento moral de la nación, un sanea­miento de las personas y no culpar a los sistemas. Esa representación que ha sido esbozada por los constitu­yentes en el 92 es buena. No es culpa del sistema, sino de las personas que ocuparon ese lugar.

– ¿Qué opina sobre el fallo de la Corte Suprema de Jus­ticia emitido la semana pasada en relación al regla­mento interno del Senado y de los representantes del JEM?

– Para mí la justicia que no llega a su debido tiempo no es justicia. Esto ha sido una forma de salirse de un problema. Ha ido por las formas y no por el contenido, y es lamentable. Es muy penoso ver que la Corte, teniendo oportunidad para revertir ese mal concepto que existe de ella, precisamente incurre en los mismos errores. Esto lo único que hace es que se llegue al hastío de la gente, que está absolutamente des­creída de sus autoridades y, especialmente hoy, de la Corte Suprema.

– En cuanto a la designación de Sandra Quiñónez como fiscal general del Estado, ¿cuál es su percepción al respecto?

– Me congratula muchísimo la designación de Sandra Quiñó­nez. Por fin terminó este circo y se la nombra a una funciona­ria a la que yo le presto toda la confianza, la conozco, y estoy seguro que si tiene coraje, el pueblo y la sociedad la van a acompañar. Hace rato hubie­ran hecho esto, porque no hay otra manera de hacerlo, es el Presidente el que tiene que nominar de la terna. ¿Por qué no impugnaron la terna? Es el Presidente el que elige y somete al Congreso. Si la com­posición de la terna ha sido mala, debería de ser impug­nada. Pero si aceptaron, tenían que elegir esa terna, y porque haya sido designada por el Pre­sidente no significa que haya sido candidata del mismo.

– Otro punto que no escapa de la discusión: ¿los ex pre­sidentes están habilitados para pugnar una candida­tura?

– Es un tema muy conflictivo porque tenemos demasiados intérpretes, tenemos aboga­dos sastres que dan sus dictá­menes conforme a la medida y a la par. Es una pena, pero aquí se discute que si Fer­nando Lugo, Nicanor Duarte Frutos u Horacio Cartes tie­nen primero la posibilidad de candidatarse y jurar como senadores, si no los queremos, y hay mucha gente que no los quiere, que los castiguen con los votos.

Pero no se les pude sacar el derecho de elegir y ser elegido, la ley es tan expresa que todo ciudadano tiene el derecho legítimo de ser elec­tor y ser elegible, mientras ese derecho esté vigente, ellos son absolutamente hábiles para ser electos senadores, diputa­dos o cualquier otro cargo. El hecho de que le hayan dado el título de ser senador vitalicio no los impide en absoluto.

PERFIL

JOSÉ VICTORIANO ALTAMIRANO AQUINO

Profesión: Abogado y doc­tor SCL en Ciencias Jurídi­cas. Universidad Nacional de Asunción.

Sociología. Université Catho­lique de Louvain, Bélgica.

Cargos: Ex ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y miembro de la Comisión Nacional de Codificación.

Docencia: Ex docente, durante más de 25 años, en la Universidad Nacional de Asunción y en la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción".

Autor de "Primeros Auxilios Legales-Derecho del Trabajo", 1986. "Metodología de la Investigación", 1987, "Nego­ciación Colectiva", 1995 y "Servicio Doméstico" 2002.

Militancia política: Actual candidato a senador por el Movimiento Compromiso Ciudadano.

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