El candidato estrella del Partido Democrático Progresista (PDP), Guillermo Duarte Cacavelos, segundo en la lista que aspira a un escaño en el Senado por esa agrupación política, cayó en un abismo de contradicciones desde que se constató públicamente que formaba parte de la rosca que controlaba la justicia a través del ex secretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) Raúl Fernández Lippmann.
El abogado Duarte Cacavelos es el promotor de la teoría del "cruce de llamadas" como prueba de los hechos violentos del 31 de marzo (31M). Sin embargo, tras publicaciones del diario Última Hora se conoció que era uno más en la rosca de llamadas al ex secretario de González Daher y se habría beneficiado con el sobreseimiento de su suegro en un caso que enfrentaba ante la justicia.
El ministro del Interior, Ariel Martínez, calificó como inauditas las contradicciones de Duarte Cacavelos, para quien una conversación justificada, como la del presidente de la República con el comandante de la Policía Nacional, está sospechada, pero por otro lado no debe importar la conversación telefónica totalmente anormal entre el candidato del PDP con Lippmann, quien está imputado por tráfico de influencias, asociación criminal y cohecho pasivo agravado.
"El presidente de la República no puede hablar con su comandante de la Policía. Las autoridades de seguridad no pueden hablar con las autoridades policiales, ciudadanos interesados por una noche trágica no pueden hablar con los jefes policiales. Pero sí puede hablar alegremente un candidato a senador que ejerce la profesión de abogado con alguien que se cree operaba ilegalmente dentro de la justicia", subrayó el ministro Ariel Martínez.
Tras hacerse público el cruce de llamadas entre Cacavelos y Lippmann, el candidato al Senado dijo a medios radiales que sus permanentes contactos, hasta de cinco veces al día, no eran prueba de nada, aunque coincidentemente en ese período se declaró la inocencia de su suegro, Carlos Heisele Sosa, ex titular de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), quien fuera procesado por el pago de montos millonarios e inflados a los propietarios de terrenos que fueron afectados por la construcción de la línea de 500 kV.